Caer en la monotonía sexual es el gran temor de muchas parejas. Con el tiempo es normal que la chispa inicial se vaya apagando, lo que no significa que el deseo entre vosotras se haya esfumado. Simplemente, llega un momento en el que hay que esforzarse más para mantener la pasión. Ahora os conocéis mucho mejor y eso os ha llevado a desarrollar hábitos sexuales, a ir a lo seguro, lo cual puede ser satisfactorio físicamente, pero puede terminar resultando aburrido. También es normal que la intensidad del deseo y la frecuencia normal disminuya en detrimento de otros intereses comunes u otras formas de conexión.

Cómo caemos en la monotonía sexual

Pero es importante no conformase con una relación rutinaria “cuando toca”, ya que el erotismo es importante en la vida de las personas y para la salud emocional de la propia pareja.  Pero, ¿cómo se llega al punto de caer en la rutina?

Rutina en la frecuencia


Sábado sabadete… Mal asunto. Destinar un día específico al sexo es condenar a vida sexual de una pareja al aburrimiento y al hastío. Es verdad que el fin de semana es un buen momento porque no hay que madrugar, estáis descansadas, tenéis tiempo libre. Pero se pierde el factor improvisación, que hace que las relaciones sean más excitantes. Colocar los encuentros sexuales en la agenda hace que se termine teniendo sexo por hábito, más que por verdadero deseo.

Siempre en el mismo sitio


El sitio más cómodo para las relaciones íntimas es la cama, ¿pero quién no ha probado a hacerlo en otros sitios? El problema es que con el tiempo las parejas muy consolidadas dejan de contemplar otras opciones y ya se van directas a la cama. A veces un pequeño cambio basta para romper con esa monotonía sexual.

De la misma manera


Las parejas con el tiempo suelen acomodarse en una forma concreta de hacer el amor porque saben que es la que funciona. Se dejan de explorar novedades para seguir ampliando experiencias y gustos. El sexo debería estar en constante evolución igual que los estamos las personas a lo largo de la vida.

Romper la monotonía sexual


Sabiendo las principales causas que nos pueden llevar a caer en la monotonía sexual, podemos hacernos una idea de lo que debemos hacer para evitarlo. De cualquier forma te dejamos aquí algunas pautas que debes aplicar a nivel individual.

Trabajar la autonomía


A veces el deseo desciende porque la pareja comienza a vivir como si fuese una sola persona. Os conocéis a la perfección, termináis la frase de la otra, hacéis todo juntas, y apenas nada por separado. Es fundamental mantener los espacios propios y trabajar la independencia de cada una. Es bueno de modo particular, pero también es recomendable para la pareja. También es una forma de poder identificar emociones, necesidades e ideas propias, como persona autónoma antes que ‘pareja de’.

Reconectar con el deseo


La vida cotidiana con sus obligaciones y responsabilidades pueden hacer que ignoremos el deseo. Sentimos esa llama en la tripa, pero en vez de dejarnos llevar, seguimos con nuestros quehaceres porque no tenemos tiempo. Seguro que al principio esto no pasaba, y daba igual que hubiese que madrugar o que no fuese el lugar adecuado. Escuchad al deseo, abridle paso y liberad esa pasión que sigue ahí.

Abre tu mente


Puede que hayáis encontrado la manera infalible para llegar al orgasmo el 100% de las veces. Esto es maravilloso, pero a veces el orgasmo no lo es todo. El camino es tan importante como la meta, como han dicho muchos poetas. Probad de vez en cuando cosas nuevas, otras posturas, otras prácticas sexuales, cualquier novedad que suponga una primera vez. Incluid algún juguete sexual innovador para disfrutar de sensaciones nuevas. Al fin y al cabo si todo es siempre previsible, dejará de interesarnos, y esto es así, porque es como funciona nuestro cerebro. Necesitamos aventura, sorpresa  e ilusión.

Si crees que estás cayendo en la monotonía sexual con tu pareja, es momento de que hagas todo lo posible para romper con ello. ¡No dejes que la rutina llegue hasta vuestra cama!