Puede que conozcas algún caso, directa o indirectamente, de alguna pareja heterosexual en la que, después años juntos, uno de los dos decide salir del armario. Es algo que sigue llamando la atención desde el punto de vista sociológico, en una época en la que la homosexualidad es, aparentemente una opción sexual más o menos libres, al menos en una gran parte de los países del mundo.

Tipos de atracción sexual


Ha habido homosexualidad dentro del matrimonio continuamente a lo largo de la historia, y no son pocos los casos registrados en familias de la realeza. Claro que en otros tiempos el matrimonio era entendido como una transacción con intereses socioeconómicos. Lo de casarse por amor es realmente algo muy reciente. Si embargo hoy día estamos acostumbrados a la salida del armario se produzca en la adolescencia o en la juventud. Y cuando no ocurre así y la persona revela su orientación sexual en la madurez, incluso después de un largo matrimonio con hijos, nos preguntamos qué puede haber pasado.

La realidad es que, mientras algunas personas tienen perfectamente clara su orientación sexual desde una temprana edad, otras no lo perciben de forma tan definida. La atracción sexual no se manifiesta igual en todo el mundo. Hay gente en la que el deseo se despierta muy fácilmente. Basta determinado rasgo físico o ciertas características en el comportamiento para que se desencadene una oleada de procesos químicos hormonales. Para otras, la atracción física depende de factores tan específicos que se convierte en una experiencia menos frecuente. Es el caso de las personas demisexuales o sapiosexuales, que necesitan que surja primero una conexión emocional o intelectual, para que haya un deseo sexual. Así pues, si no eres de esas personas que se pillan a primera vista, es posible que tardes más en tener clara tu orientación sexual. A esto se le pueden sumar los condicionantes sociales, que por mucho que hayamos evolucionado, siguen teniendo peso. La homofobia existe, lamentablemente, hasta en los países más tolerantes.

Salir del armario no siempre es fácil


Por otra parte, la orientación sexual puede fluir y cambiar a lo largo de la vida, algo que cuesta aceptar en una sociedad en la que todo es muy binario. Las personas bisexuales siguen siendo objeto de discriminación por parte de ambos colectivos. Según la escala de Kinsey, en el espectro desde heterosexual a homosexual, una persona puede ir fluctuando, hasta localizarse en un punto concreto pasado el tiempo. Quizá en un pasado te atrajeron los hombres, pero hoy día prefieres relacionarte exclusivamente con mujeres, y se identifican más con la etiqueta de lesbiana. Está bien, y no eres la única.

Existen muchas razones por las que a las personas les resulta muy difícil salir del armario. Es España por ejemplo, contamos con leyes específicas que nos protegen de los delitos de odio, pero las agresiones a personas LGBT siguen ocurriendo con cierta frecuencia. Al igual que los micromachismos naturalizan, de forma inconsciente muchas actitudes patriarcales, algo similar ocurre en la homofobia. Chascarrillos que pretenden ser chistes, prejuicios y clichés en comentarios entre colegas de trabajo, presunción de heterosexualidad desde la tierna infancia… Todo ello influye en que asumamos que las relaciones homosexuales son algo anormal, y a menudo salir del armario requiere un trabajo previo de autoaceptación.

Es probable que tengan que pasar varias generaciones para que salir del armario sea algo que no genere miedo ni incertidumbres. Si estás en esa situación, ¡ánimo!, toma aire y sal a la luz del sol, porque serás mucho más feliz.