¡Ay los países africanos y los derechos LGTB! Ya sabemos que África, salvo contadas naciones que suponen un oasis, no es nada respetuosa con gays, lesbianas o cualquier persona que pertenezca al colectivo. Y hoy, por desgracia, tengo que contarte una noticia al respecto que ha ocurrido en Kenia. No es que sea algo a lo que no estamos acostumbradas, ni algo que implique la muerte de personas, simplemente, es un ejemplo más de intolerancia y discriminación, dos cosas que no se deberían permitir en la época en la que vivimos.
La lucha por los derechos de las personas LGBT no será silenciada, tampoco en Kenia
No, no conozco a Samuel, el protagonista homosexual de Kenia del documental «I Am Samuel». Pero no me hace falta conocerlo, hablar con él. Me siento identificada con todo lo que cuenta en la cinta. Este documental es un retrato honesto y silencioso de su vida, una vida que ha querido reflejar el director Peter Murimi acerca de la vida en Kenia de los hombres y mujeres homosexuales. Lo cierto es que crea la sensación de intimidad y cercanía, alguien que cualquiera puede conocer en su vida diaria.
En este documental se muestra que, a pesar de las leyes que penalizan las relaciones, la discriminación y la amenaza de violencia, las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) de Kenia son gente corriente que vive una vida corriente. Trabajan como obreros de la construcción, como Samuel; como buhoneros (vendedores ambulantes), enfermeros, contables y abogados. Si viven en Nairobi, como Samuel, visitan a sus familias en los «shags» (jerga nairobiana para referirse a los lugares rurales), y encuentran tanto puntos en común como diferencias con los familiares, que luchan por entender aspectos de sus vidas urbanizadas.
Si encuentran el amor, una comunidad de amigos y, a menudo, de familiares los celebra y apoya. La vida no es fácil cuando tu gobierno te declara oficialmente como ciudadano de segunda clase, pero las rutinas diarias, los retos y las pequeñas alegrías permanecen, todo ello documentado como parte de la vida de Samuel en la película de Murimi.
Un documental censurado
El 23 de septiembre, la Junta de Censura Cinematográfica de Kenia (KFCB) prohibió «Yo soy Samuel», alegando que la película contraviene los valores de Kenia. ¿Qué valores? Por lo que sé de este país, los valores son la amabilidad, la tolerancia y la apertura a la diferencia. Kenia es diversa en todos los sentidos: geográficamente, étnicamente, religiosamente y, sí, en términos de orientación sexual e identidad de género. Desde hace más de una década, las personas LGBT se han posicionado públicamente en el vibrante tejido social de Kenia, desafiando la discriminación y reclamando sus derechos.
La KFCB puede querer silenciarlos con afirmaciones insignificantes y que no se mantienen por sí mismas que reducen la rica relación de Samuel y su pareja Alex a un intento de matrimonio entre personas del mismo sexo. No lo conseguirá; la censura rara vez lo consigue. Al igual que la película de temática lésbica «Rafiki», prohibida por la KFCB en 2018, la historia de Samuel será vista por los kenianos, que decidirán por sí mismos. Al tratar de forzar las cosas para negar la existencia y los derechos de las personas LGBT, el KFCB está en el lado equivocado de la historia. Dime qué te ha parecido el documental en los comentarios.
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