Los delitos de odio no dejan de aumentar. Esta semana nos sobrecogíamos con la terrible noticia de un joven agredido en pleno centro de Madrid. El chico, de 20 años, fue perseguido por 8 encapuchados y marcado con una navaja. ‘Maricón’ rasgaron en su piel. Samuel fue asesinado hace unas semanas también al grito de ‘maricón’, después de recibir una multitudinaria paliza. El mundo se pone hostil para las personas LGTB. En 2018 también se registraron dos homicidios homofóbicos, uno en Valencia y otro Valladolid. Desde 2000 han sido asesinadas ocho personas por su orientación sexual, pero las agresiones se suceden a diario, en toda España y van in crescendo. ¿Qué está pasando?

Los delitos de odio han aumentado un 45%


Los ataques físicos hacia personas del colectivo son la punta del iceberg de un profundo odio a colectivos minoritarios y discriminados. Y en los últimos años está aumentando de manera muy preocupante. Según el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior, entre 2013 y 2019 los delitos de odio aumentaron un 45%. Todavía no se han extraído años de 2020, que además fue un año marcado por la pandemia y el confinamiento, pero en los años anteriores ya se había registrado un crecimiento, que últimamente podemos confirmar simplemente echando un vistazo a las noticias. Este rechazo parece venir impulsado por la ideología, y está vinculado a la xenofobia y el racismo.  Los delitos de odio relacionados con la orientación sexual o la identidad de género se incrementaron en 2019 con relación a 2018 en un 10%, es decir de 259 a 283. Y ojo, hablamos de agresiones denunciadas. Los datos reales serán mucho más alarmantes.

La presidenta de la asociación de policías LGTBIPol Begoña Gallego se muestra muy preocupada por estos datos. Asegura que cada vez hay más agresiones y que siente que se ha retrocedido 10 años en materia de igualdad y respeto. Gallego, que es agente en una comisaría del Centro de Madrid, lo sabe de primera mano. Desde hace un tiempo el incremento de las agresiones físicas y verbales es un goteo contacto, y lo achaca la presencia de determinados políticos, cada vez con más peso, en la política del país.

¿Es culpa de los partidos políticos?


La FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) también comparte esta amarga sensación. La asociación ha percibido un claro aumento de la violencia, es decir, no solo aumenta el número de agresiones, sino que estas son cada vez más crueles e intensas. El triste asesinato de Samuel en plena calle y a vista de todos es una clara prueba de ello. ¿Cuáles son los motivos de este repunte de los delitos de odio?

Aunque las motivaciones y los comportamientos sociales son muy complejos y deberían ser analizados por sociólogos y psicólogos, algunos apuntan directamente a los discursos de odio propagados por partidos de ultraderecha. Esto hace que las ideas y actitudes homófobas se vean respaldadas socialmente y legitimadas. Recordemos que se han vertido declaraciones muy duras e insultantes como que las charlas de diversidad sexual promueven la pedofilia o que la fiesta del orgullo es una ‘caricatura denigrante’. Discursos de este tipo provocan un clima que puede promover las agresiones. Por el contralor, según la teoría de la espiral del silencio de Noelle-Neuman, si algo está mal visto socialmente, las personas se cohíben de expresarlo.

Sin embargo quedaría pendiente de analizar el por qué de esa violencia en las personas. Por mucho que un partido legitime el odio hacia un colectivo, la pulsión de agredir a alguien está dentro del individuo, y responde a una problemática que habría que identificar.


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