Aunque España es un país tolerante con las minorías, lamentablemente siguen existiendo caso de acoso laboral por motivos de orientación sexual o identidad de género. El mobbing, sea por el motivo que sea, puede afectar gravemente a la salud mental de las personas, por eso es recomendable actuar desde un primer momento. Porque si una cosa debe quedar clara es que el acosador no va a parar. Si estás en esa situación acude a la ley que está para protegerte, y no permitas que nadie te dañe. A continuación te explicamos los pasos que debes seguir si estás siendo víctima de acoso laboral.

Recopilar pruebas

El primer paso es recopilar todas las pruebas posibles para acreditar el acoso laboral. ¿Qué tipo de pruebas?

  • Conversaciones grabadas. Sí se pueden usar en un juicio siempre y cuando tú estés participando en ellas.
  • Documentos escritos, como emails, mensajes, notas, circulares, etc. También los cambios de funciones o de puestos.
  • Testigos. Las personas que hayan estado presentes en situaciones de faltas de respeto, insultos, agresiones, etc., pueden declarar si así lo desean.
  • Fotografías o vídeos de los hechos.
  • Informes médicos y/o psicológicos, que acrediten que el acoso ha provocado daños.



Además de estas pruebas, es impórtente poder probar que el acoso ha estado motivado por orientación sexual o identidad de género. Para ello hay aportar datos que pueden confirmar este tipo de discriminación. Por ejemplo, si tu orientación o identidad se conocía en la empresa, si se hacían comentarios despectivos hacia la comunidad LGTB, sí se han proferido insultos y de qué tipo, etc.

Interponer la denuncia


Con las pruebas en la mano, tienes varias vías a tu disposición para presentar la denuncia.

La vía extrajudicial

  • Denunciarlo ante la dirección de la empresa. Esta medida no suele funcionar, así que hay que pasar a las siguientes.
  • Ponerlo en conocimiento del Comité de Seguridad y Salud de la empresa. Solo funciona si el acoso proviene de otro empleado.
  • Denunciarlo en la Inspección de trabajo. El inspector investiga los hechos respetando el anonimato sobre quién ha puesto la denuncia. Luego redactará un acta (que servirá de prueba si es necesario un procedimiento judicial posterior) y requerirá a la empresa que tome medidas para que cese el acoso. Incluso puede sancionar a la empresa, que tiene obligación de evitar estas situaciones.

La vía judicial


Si la vía extrajudicial no ha solucionado el problema hay que pasar a la judicial. Existen varios procedimientos.

  • Jurisdicción Social. Puedes solicitar que se extinga la relación laboral con la empresa y se te conceda la máxima indemnización.  
  • Jurisdicción Penal. Aquí se denuncia el delito de odio que supone el acoso laboral por orientación sexual o identidad de género. Se presenta en el Juzgado de Instrucción o el Juzgado de Paz, por escrito o de forma verbal. También se puede realizar en cualquier comisaría o cuartel de la Guardia Civil.
  • Jurisdicción Civil. Si la persona que te acosa no es el empresario, puedes presentar una demanda civil para exigir una indemnización por daños y prejuicios.
  • Jurisdicción Contencioso-Administrativa. Si eres funcionaria tienes que acudir a la vida contenciosa, para exigir a los superiores que pongan las medidas necesarias para finalizar con el acoso.  



Esos son los recursos de los que dispones si eres víctima de acoso laboral. También te recomendamos ponerte en contacto con alguna asociación LGBT de tu localidad donde te puedan asesorar y brindarte un mayor apoyo.