Entre los diferentes estrenos de la plataforma de cara al verano, encontramos ‘Pray Away: Reza y dejarás de ser gay’. Si estás aburrida de las típicas comedias familiares, este documental te removerá por dentro. El título lo dice todo, y está producido por Ryan Murphy (nos suena por American Horror Story o Glee), y trata el perturbador tema de las terapias de conversión, que en su día fueron promovidas por un movimiento religioso que llegó a expandirse internacionalmente. Esta organización estaba formada por personas homosexuales que estaban completamente convencidas de que era necesario cambiar para ajustarse a las normas sociales.

La historia de la organización Exodus Internacional

‘Pray Away: Reza y dejarás de ser gay’ nos acerca a la organización llamada ‘Exodus Internacional’ la asociación cristiana de terapias de conversión más grande. Se fundó en 1976 y estuvo activa, fomentando dichas terapias, durante ni más ni menos que cuarenta años. Difundían el mensaje de que sí es posible cambiar la orientación sexual, con voluntad y fe. Es decir, había que entregarse a Dios para poder dejar de sentir esas inclinaciones homosexuales. Para apoyar esta creencia, se recurría a discípulos que supuestamente habían cambiado. Su testimonio se utilizaba en conferencias y medios de comunicación como un ejemplo de que la terapia funcionaba. Se denominaban ‘exgays’. Lo más triste es que toda la organización estaba conformada por homosexuales que vendían este mensaje a su propia comunidad y a través de su propia religión.

La situación social para las personas homosexuales era mucho más dura que en la actualidad. El bullying, el acoso, las agresiones y el rechazo familiar eran el pan de cada día en la vida de muchas de estas personas. Por eso la idea de que sus tendencias eran anormales, pudo calar tan fácilmente. La organización se agarraba a la idea de que la homosexualidad era una inclinación patológica, pero que Dios no les había creado así, sino que algo sucedió en sus vidas que les empujó hacia esas tendencias. Por eso la fe les ayudaría a ‘recuperarse’.  ‘Exodus Internacional’ comenzó su misión con la convicción de que no estaban difundiendo un fuerte mensaje de rechazo hacia ellos mismos. Realmente creían que alguien podía dejar de ser homosexual mediante la religión, para poder encajar en la sociedad y ser más felices. Los métodos utilizados hoy día están rechazados por las organizaciones médicas y psicológicas de todo el mundo.

‘Pray Away: Reza y dejarás de ser gay’: las consecuencias de las terapias de conversión

La organización llegó a tener alcance internacional, con presencia en 17 países. De entre los diferentes líderes, muy pocos tenían formación en terapia, psicología o sexualidad, pero llevaban a cabo tratamientos con personas muy vulnerables, con trastornos de ansiedad y depresión, incluso intentos de suicidio. Como puedes imaginar, para muchos, la culpabilidad se incrementó al no ser capaces de conseguir el cambio que les prometían. Además, tal y como se expone en ‘Pray Away: Reza y dejarás de ser gay’, los miembros apoyaban dicho mensaje, después de haber sido muy manipulados, aun sabiendo internamente que la terapia no estaba funcionando.

‘Pray Away: Reza y dejarás de ser gay’  se estrenó el pasado 16 de junio en el  Festival de Cine de Tribeca. Está dirigido por Kristine Stolakis, con la producción del mencionado Ryan Murphy y Jason Blum. Ya en su estreno dio mucho que hablar, y ahora por fin lo tenemos disponible en Netflix.  Realmente no se sabe demasiado sobre las terapias de conversión, solo a partir de las víctimas que se deciden a hablar. En España están prohibidas, pero en Estados Unidos no, y todavía existe empresas que seguro dedican a ello. Las secuelas son terribles y de ello también nos habla el documental.

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