Después del movimiento Black Lives Matter, en Estados Unidos se ha producido un recrudecimiento de la lucha racial en el que continuamente estamos viendo que hay muchos altercados entre personas negras y blancas. A esto no ayuda el hecho de que continúan dándose episodios de violencia contra las personas de color. Eso es lo que ha ocurrido con Mikayla Miller, joven lesbiana negra de 16 años, que murió en circunstancias que aún no se han aclarado a mediados de abril.

Las personas que defienden los derechos de los afroamericanos que también están en el grupo LGTBQ+ de Boston se unieron, no solo al duelo por la muerte de Mikayla Miller organizando una vigilia que atrajo a miles de personas, sino a la repulsa por el acto. Además, la policía sigue sin aclarar nada.

Los detalles sobre MIkayla Miller son escalofriantes

Aunque no se trata de hacer sensacionalismo, según las fuentes oficiales, hay datos sobre la forma en la que se encontró su cuerpo. El 17 de abril, la madre de Mikayla llamó a la policía local para informar de que la joven homosexual había sido atacada en casa por varios jóvenes blancos a los que ella conocía. La policía acudió al apartamento, donde Mikayla Miller declaró que había sido agredida. Menos de 12 horas después, un corredor encontró a la joven muerta en el bosque cercano a su casa, atada a un árbol con un cinturón de cuero.

Pero, según informa su familia, les llegó la noticia de que las autoridades estaban investigando el caso como si se tratase de un suicidio, a pesar de que había señales más que inequívocas de que había sido un homicidio. Esto hace pensar en el racismo y la homofobia presente en la policía de Boston, y en que esa fobia es la que influye en su investigación. Por su parte, la familia ha denunciado la parcialidad de las autoridades policiales.

Lo que la familia descubrió

Cuando la familia examinó los registros de la policía, se dio cuenta de que faltaban documentos de la agresión del 17 de abril y del descubrimiento del cuerpo de Mikayla Miller, que tuvo lugar el 18 de abril. Acusaron a los inspectores de falta de transparencia. Como respuesta a esa acusación, la policía amenazó a la familia con hacer pública la orientación sexual de la adolescente si hacían públicas esas acusaciones.

El dolor por la pérdida de la joven, insisto, de solo 16 años, se convirtió en indignación por estas amenazas. La madre de Mikayla empezó a hablar en redes sociales de la muerte de su hija y de la falta de investigación del caso. Como podrás imaginar, el caso tuvo una gran difusión y lo compartieron muchas personas, especialmente con los jóvenes negros, indígenas y personas queer.

La respuesta del Fiscal del Distrito

La Fiscal de Middlesex, Marian Ryan, recibió críticas tanto por la mala gestión de la investigación como por la insensibilidad y la falta de responsabilidad de su oficina contra los negros y el colectivo LGBTQ2S+.

Pero las declaraciones de la fiscal solo causan más daño, ya que calificó las sospechas de que la investigación estaba influenciada por el racismo como «absolutamente falsas». Defendió la grave negligencia y la mala conducta de los policías racistas que gestionaron mal la investigación y sometió repetidamente a Mikayla y a los que abogaban por ella a un tratamiento racista, sexista y homofóbico.

¿No te parece increíble que cosas como estas sigan pasando? Dime lo que opinas en los comentarios.