Hoy venimos con un poco de historia, ya que queremos recordar la figura de Charlotte Cushman, una mujer que debemos impedir que caiga en el olvido. Fue una actriz que vivió en el siglo XIX y que desató un fenómeno fan en su época gracias a sus interpretaciones de Romeo en los teatros estadounidenses y europeos. Cushman fue una mujer decidida que nunca se conformó con su género e hizo lo que le dio la gana durante su vida, y lo que es mejor aún, alcanzó el éxito profesional y personal.
Charlotte Cushman, de cantante de ópera a actriz de teatro
Charlotte Saunders Cushman nació en Boston en 1816, y ya de pequeña era una niña sobresaliente, que destacaba sobre sus compañeros de la escuela. Era especialmente buena en canto, donde comenzó a mostrar un tono de voz de contralto de gran riqueza. Cuando tenía trece años, su padre falleció dejando a la familia en serias dificultades económicas. Así pues, la pequeña Charlotte se vio obligada a asumir la responsabilidad de conseguir ingresos para su familia, por lo que dejo la escuela y e inició su carrera en la ópera.
Debutó con ‘Las bodas de Fígaro’ en el Teatro de Tremont, que fue todo un éxito, pero durante una gira su voz no alcanzó el registro de soprano, y debió reorientar su carrera como actriz dramática. Al poco, estrenaba ‘Lady Macbeth’ la obra que la lanzó al estrellato. Sin embargo, su interpretación de Romeo en la famosa tragedia de Shakespeare, fue su papel más mítico e hizo que muchas mujeres suspirasen por ella.
Charlotte Cushman vivió siempre fuera del armario como mujer lesbiana, sin que ello le causase ningún problema. Nunca dejo de ser querida y admirada, en incluso consiguió convertirse en la administradora del Philadelphia’s Walnut Street Theater, responsabilidad poco habitual para una mujer en esa época. La presencia de la actriz en el escenario era tan poderosa, que con frecuencia recibía cartas de admiración de otras mujeres, muchas de las cuales por suerte se conservan. Fuera de los escenarios encadenó amantes pasajeras, con relaciones a largo plazo, con una buena dosis de lo que hoy conocemos como bollodrama.
La actriz más famosa de su época
La periodista Matilda Hays fue una de sus relaciones más duraderas, y estuvieron juntas unos diez años. Se hicieron famosas, entre otras cosas, por ir siempre vestidas igual. Charlotte Cushman consiguió amasar una considerable fortuna, y en la década de 1850 fundó una asociación de artes feministas en Roma para artistas y escritoras donde coincidieron un montón de mujeres lesbianas y bisexuales, para alegría y regocijo de nuestra actriz, que era tan enamoradiza como capaz de enamorar.
Mientras la pareja vivía en Roma, se interpuso entre ellas la escultora Emma Stebbins, así que Hays decidió romper la relación y regresar a Estados Unidos. Emma la remplazó en la casa y en el corazón de Charlotte. Durante una gira por su país natal conoce a una joven actriz también llamada Emma y se fascinan mutuamente, así que a su regreso a Roma, Cushman se encontró con dos Emmas en casa. Al final, la segunda Emma se casó con un sobrino de Charlotte que se prendó de ella.
En 1869 le diagnosticaron cáncer de mama y viajó a Escocia junto a su inseparable Emma Stebbins para ser operada, aunque la enfermedad no se pudo erradicar por completo. Sin embargo Charlotte se mantuvo incombustible en los escenarios durante nueve años más, cosechando éxitos hasta el último momento. Se retiró un año antes de su muerte, que se produjo en 1976, cuando tenía 60 años.
No cabe duda de que Charlotte Cushman se ha ganado el derecho a ser uno de los referentes más importantes de la historia LGTB. Una mujer fuerte, independiente, adelantada a su época y que vivió con orgullo, sin esconderse jamás.
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