Con el mes de junio se acercan las celebraciones del Orgullo, con las que todas estamos más o menos familiarizadas y que celebramos o reivindicamos de una manera o de otra. En las mismas fechas también se celebra lo que se ha bautizado como Orgullo Crítico. ¿Qué es esto del Orgullo Crítico? Es un movimiento que surgió en Madrid con el objetivo de reivindicar un evento libre de capitalismo y ese pinkwashing del que hablábamos el otro día en esta entrada. Sería una forma de visibilidad alternativa que intenta escapara de la mercantilización de la lucha LGBT, haciendo algo más de hincapié en el feminismo. Al menos ese era su planteamiento inicial.

El Orgullo Crítico contra la mercantilización de la lucha LGBT

El Orgullo Crítico, al que también se ha llamado Orgullo Indignado, intenta desmarcarse de la politización de la lucha del colectivo. Como ya sabemos, este ha captado la atención de los grupos políticos más oportunistas, así como de los intereses mercantilistas que hacen su agosto durante estas celebraciones. De hecho, el Orgullo en Madrid ha generado en los últimos años más de 150 millones de euros gracias a su gran atractivo turístico. Cada vez hay más de espectáculo que de reivindicación.

La Plataforma Orgullo Crítico de Madrid lleva varios años impulsando su propuesta alternativa y anticapitalista. Ha publicado análisis para poner de manifiesto que hay problemáticas dentro del propio colectivo, como sexismo, clasismo y racismo, que conviene encarar cuanto antes. En 2006 se celebró un evento llamado Orgullo Protesta, para mostrar el rechazo a los intereses económicos por parte de grandes empresas, ligados a la lucha del colectivo. Más tarde, en 2008, el Bloque Alternativo por la Liberación Sexual y la ESAP, convocaron en la capital una manifestación para recalcar la liberación sexual sin consumismo, coincidiendo en el tiempo con la celebración del Orgullo LGBT. Finalmente, en 2010 se formaba el Bloque Orgullo Crítico, y se incluía en sus reivindicaciones a los movimientos trans-migrantes y trans-feministas.

Por una reivindicación libre de estereotipos

Después de años de trabajo, en 2016 se consolidaba en Madrid la Plataforma Orgullo Crítico, que considera que eventos como el WorldPride 2017, son una amenaza para el colectivo, por la imagen estereotipada que ofrece de las personas LGBT y por la mercantilización de los actos.

El lema del Orgullo Crítico es, “el Orgullo no se vende, se defiende”. Bajo esta idea acoge principalmente a movimientos antirracistas y feministas, grupos vulnerables tanto dentro del colectivo LGBT, como en la sociedad en general. Según los organizadores de la plataforma, el Orgullo oficial representa principalmente al hombre blanco cisgénero, dejando de lado toda la diversidad del colectivo. Ni en los medios de comunicación, ni en las campañas publicitarias, ni en los eventos de dicha celebración se ven a personas migrantes, con discapacidad, transgénero o de género fluido. Por eso, lo que se reclama es una visión menos estereotipada, y desde luego, más realista. El Orgullo Crítico es una iniciativa que no solo se ha desarrollado en Madrid. También en otras ciudades donde se realizan eventos importantes, como Barcelona, suelen organizarse fiestas alternativas de protesta.

¿Cuál es tu opinión sobre esto? ¿Sueles acudir a estas protestas alternativas y críticas, o prefieres celebrar en la fiesta oficial?