No, no me he vuelto loca y he empezado a hablar raro. Es que hoy te quiero hablar de lesbianas, y de lesbianos. Pero no de homosexuales, sino de las personas que viven en la isla de Lesbos. He visto esto y me ha parecido curioso. Ya está.

Como bien sabrás, las lesbianas toman su nombre de las mujeres de esta isla de Grecia, pero también hay hombres viviendo allí, los lesbianos.

Una isla de lesbianas y lesbianos

Lesbos es la tercera isla de mayor tamaño de toda Grecia, y gracias a la poetisa Safo, es reconocida en todo el mundo por su historia. La cuestión es que en ella hay lesbianas y lesbianos, y precisamente ese bagaje histórico ha hecho que la isla se relacione exclusivamente con la existencia de mujeres homosexuales.

Esto ha hecho que los habitantes de la isla se pongan en pie de guerra diciendo que también hay hombres hetero y mujeres hetero. Literalmente: «estamos cansados de que la gente venga a nuestra isla en busca de sexo lésbico»

Iannis Axlopitas es el responsable de los vecinos que se han querellado y que han acudido a la vía judicial para que los tribunales prohíban utilizar el gentilicio femenino a las mujeres homosexuales. La razón es que hay muchas lugareñas que sienten vergüenza porque es ofensivo.

Sin embargo, esta acción también tiene sus detractores, como Thémistocle Kefalas, miembro de la asociación LGTB Olke, que dice que nunca les ha dado problemas.

Para Dimitris Lambrou, otro partidario de la medida, es una vergüenza que todo el mundo identifique a esta isla con el epicentro lésbico de todo el mundo, pero para Evangelia Vlami, responsable de la Asociación de Lesbianas de Grecia, la idea ya está al borde de cualquier discriminación.

¿De dónde viene toda esta polémica?

Pues, como todo, viene de un rumor que alguien hizo circular.

En este caso, el responsable de que todo esto esté ocurriendo es el poeta Anacreonte, que vivió en Theos, hoy perteneciente a Turquía, aunque era de Grecia en los s.V y VI aC. Este escritor se encargó de difamar a Safo, que según el poeta, mantenía relaciones sexuales con sus alumnas más jóvenes.

Según las crónicas de la época, Anacreonte lo hizo porque descubrió las odas nupciales que escribía a sus estudiantes cuando éstas ya se casaban. Hoy en día se guardan en museos algunos fragmentos.

Sin lugar a dudas, las obras de esta poetisa griega eran muy apasionadas y muy sexuales, con muchas referencias a la sexualidad y a las relaciones, y con descripciones francamente explícitas.

En fin… lesbianas y lesbianos…

Es, por una parte, normal que los habitantes de esta isla del Mediterráneo pongan el grito en el cielo, sobre todo, si una mujer no lo es. Que yo, particularmente, no le veo sentido, porque bueno, dudo mucho que se trate de una ofensa, pero cada uno es como es.

Lo que ya me parece ridículo completamente es el hecho de que intenten acudir a los tribunales para eliminar la denominación de «lesbiana» a las lesbianas. ¿Cómo nos llamarán, chipiritifláuticas? Por decir algo…

¿Tú qué opinas?