Tal vez no te suene mucho el término, pero los drag kings forman parte de la cultura LGBTI, aunque siempre han estado a la sombra de las extravagantes drag queens, mucho más populares y con certámenes, series y concursos propios. Son mucho menos visibles pero igual de talentosos que sus compañeras. Los drag kings son artistas de performance que se visten de manera masculina y personifican en sus actuaciones los estereotipos masculinos representando a personajes con los roles de género muy marcados, ya sea a través de bailes y canciones, shows musicales o sincronía de labios. Es frecuente que imiten a famosos con estas características, pero los drag kings también retratan otro tipo de masculinidades menos tradicionales y más queer.

Los drag kings forman parte de la cultura LGTBIQ

Ya que están en un segundo plano, es importante darles un empujón y ayudarles a que consigan un poco más de popularidad. Merece la pena conocer el trabajo de alguno de estos artistas que están haciendo shows muy novedosos, vanguardistas y que no dejan indiferente al público. Circula por la red un documental titulado Making of a King, que está dirigido por Nicole Miyara y que es una pequeña joya para dar a conocer a este sector del mundo drag, dentro del que podemos encontrar maravillosos transformistas. El documental recoge historias de drag kings de hasta hace 100 años y lo puedes ver en este enlace. Pero, ya que queremos darles visibilidad, mencionemos algunos nombres propios.

Adam All

Adam All se define como persona queer, gender fluid y no binaria, con identidades cambiantes que sabe reflejar muy bien en sus espectáculos. El estilo que suele escoger es el geek chic, con trajes de chaqueta de colores cálidos y pajarita a contraste. Casi siempre con unas gafas llamativas a juego, preferiblemente tipo RayBan. Utiliza muchas lentejuelas y brillantina, y con todo ello adopta una imagen muy masculina pero nada varonil. Suele salir acompañado de Apple Derrières, su pareja en los show, y visten conjuntados, y a lo largo de su performance enseñan partes de su cuerpo.

Chiyo Gomes

Chiyo es una persona no binaria y transgénero, que forma parte del colectivo conocido como QTPC (queer, trans y persona de color). En sus espectáculos juega a borrar las líneas que se paran los géneros, para poder manejar mejor la disforia. También trata el tema de la etnia, para romper con la el discurso hegemónico blanco. Su estilo es muy controvertido, sin intención ninguna de mostrar una estética atractiva o cuidada, así que lo mismo sale al escenario con elementos BDSM, en calzones o con botas de plataforma.

Romeo De La Cruz

Romeo de la Cruz se identiica como gender fluid y no binario porque a lo largo de su vida ha cambiado su sexualidad y su identidad de género. Al igual que Chiyo, es una persona de color, por lo que forma parte de una minoría dentro del grupo drag. El estilo que adopta en el escenario es el de un hombre gay, aunque a veces es un señor elegante, otras veces un jovencito nerd, y en ocasiones un amo BDSM. Independientemente de la ropa que lleve, siempre terminan quitándosela.

Oliver Assets

Oliver Assets es otro de los drag kings que se definen como no binarios. Juega con diferentes estilos y estéticas en sus espectáculos aunque por lo general le gusta enseñar bastante piel. Sus actuaciones consisten en monólogos donde representa varios personajes, y no se corta un pelo a la hora de lanzar críticas y dardos envenenados a personajes públicos y políticos.

¿Estás familiarizada con el mundo de los drag kings? Si conoces alguno más, déjanos una recomendación en comentarios.