Existen diferentes tipos de homofobia, lo que indica que es un tipo de discriminación que no es tan fácil de detectar como puede parecer. No siempre responde a conductas estereotipadas, sino que se adapta a los diferentes contextos, por mucho que estos cambien.

Lamentablemente, a medida que los tiempos evolucionan, también lo hacen las formas de homofobia. La discriminación es, en cierto modo, camaleónica: se camufla para dejarse ver de forma que encaje bien con el pensamiento predominante del momento y del lugar; es decir, se puede encasillar en la franja que separa lo que es políticamente correcto de lo que no.  Se pueden clasificar los tipos de homofobia en función de dos parámetros: según su forma de transmisión y según su forma o grado de expresión. 

Tipos de homofobia: según su forma de transmisión

En función del modo en el que se perpetúa la homofobia podemos extraer dos categorías:

Homofobia cultural 

Se trata de un tipo de discriminación basada en leyes no escritas que se perpetúan de generación en generación dentro de las diferentes sociedades, a través de la imitación de conductas y la transmisión oral. Seguro que te suena, ¿verdad? Casi todas las expresiones de discriminación homofóbica se pueden encasillar aquí, aunque se solapan con otras. Se manifiesta de maneras muy diversas: asumiendo estereotipos, insinuando que los jóvenes LGB están confusos o en una etapa o incluso tratándoles con cierta condescendencia. 

Homofobia institucional

Está relacionada con la legalización de determinados comportamientos o decisiones, así como con normas presentes en organizaciones públicas o privadas. Esto puede ir desde los casos más graves de legalización de las relaciones homosexuales, hasta legislaciones que no protejan al colectivo y eviten su discriminación en diferentes ámbitos. Aquí también entraría la homofobia promovida por los diferentes colectivos religiosos, sean oficiales o no. 

Tipos de homofobia: según su grado de expresión

En función de la forma en la que se expresa (o se disimula), también se distinguen dos tipos diferentes.

Homofobia cognitiva

Hacer referencia al conjunto de creencias que forman parte del sistema cognitivo de una persona, que ha interiorizado que la homosexualidad es algo negativo, y que lo vincula, sin haber reflexionado demasiado en ello, con ideas sobre lo que es natural y lo que no. Es un tipo de pensamiento fundamentado en estereotipos y en asociaciones cognitivas ligadas al rechazo. Un ejemplo de ello sería el caso de esos padres que son capaces de renegar de sus hijos cuando saben que estos son homosexuales. 

Homofobia conductual

Este tipo de homofobia se refiere a las expresiones objetivas de rechazo y discriminación por parte de personas que no atienden a ninguna norma, y eligen verbalizarlo abiertamente o mostrarlo con determinadas acciones. Aquí entrarían los casos de bullying, el acoso, las agresiones físicas o verbales, o las personas que se organizan y se manifiestan para restarles derechos a las personas no heterosexuales.  Las formas que adopta la homofobia conductual son infinitas. 

La homofobia está presente en nuestras sociedades desde hace tantas generaciones y tantos siglos que inevitablemente condiciona nuestra forma de pensar y de actuar, al igual que ocurre con otros sistemas basados en la opresión, como puede ser el machismo. Por eso es fundamental reflexionar y cuestionarnos el origen de nuestros comportamientos y la base de nuestras creencias. Hemos aprendido a normalizar muchas discriminaciones, hasta el punto de que pueden llegar a pasar desapercibidas.  Y lo peor es que la homofobia no solo afecta a las personas heterosexuales.