Hace unos días las redes ardían en contra (y a favor) de la Ministra de Igualdad, Irene Montero. Todo comenzó después de lo sucedido en el evento de los Premios Triángulo, que organizó en COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid). En dicho evento se entregaron el premio Triángulo Rosa a la escritora Valeria Vegas, el Triángulo Cultura a la directora de cine Pilar Monsell y el Triángulo Visibilidad a la cómica Elsa Ruiz.
La dimisión de Irene Montero
El escándalo llegó cuando se hizo una entrega simbólica del “premio ladrillo” a la escritora Lucía Etxebarría. Según Beth Giraldo, coordinadora de la organización, por haberse posicionado como transexcluyente. También por decir que una persona trans debería pasar por algún examen psicológico para tratar cualquier tema de disconformidad o disforia con un profesional, antes de iniciar cualquier proceso de transición. Con el premio ladrillo se pretendía castigar también a todas aquellas personas que se posicionan en contra de la llamada ‘ley Trans’ por las posibles consecuencias negativas que, dicen, podría acarrear en muchos aspectos.
La presencia de la Irene Montero en el acto y su aplauso en el momento del “ladrillazo” ha despertado la ira de todo el sector del feminismo radical. Se ha considerado que se está incitando el acoso hacia una persona en particular y hacia todo un colectivo en general. Al día siguiente el hashtag #IreneMonteroDimisión se convirtió en Trending Topic en Twitter. Muchas mujeres y hombres se mostraron indignados por el gesto del COGAM y la Ministra, de quien se puso en duda sus intenciones feministas.
Críticas al COGAM
En algunos mensajes se apuntó la contradicción de que Irene Montero mostrase su respaldo a Cogam, un colectivo que está trabajando para impulsar la regulación de la gestación subrogada. Una práctica hacia la que, en su día, la Ministra se expresó contraria. No es la primera vez que las feministas piden la dimisión de Montero por negar el sexo biológico y encaminar sus acciones hacia la criticada ‘ley Trans’, que diluiría el sujeto del feminismo y podría dar lugar a fraudes muy perjudiciales.
La modificación de la norma en Cataluña permite que cualquier persona pueda acudir a las oficinas de las víctimas de violencia machista sin tener que aportar DNI, ni ningún documento que confirme su identidad de género. Algo que, según pronostica el colectivo feminista, deja desprotegidas a muchas mujeres víctimas de maltrato. En todo este revuelo, también surgieron voces a favor y en apoyo de Irene Montero, que vinculaban a la extrema derecha toda opinión contraria. A su vez, entendían que el hashtag para la dimisión de la Ministra era una campaña de acoso.
¿Son las redes sociales un reflejo de la realidad? ¿O se está exagerando todo de manera desproporcionada? ¿Es Irene Montero una traidora para las mujeres? El tema está que arde y, por lo que parece, no tiene pinta de que vaya a producirse un acercamiento entre ambos bandos. Al menos a juzgar por la negativa de la Ministra a reunirse con portavoces feministas. Todo seguirá adelante y desde aquí esperamos que el 2021 sea un mejor año en el que todas sumemos derechos y ninguna persona se vea perjudicada por los cambios legislativos.
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