Lo de casarse por amor es una costumbre moderna bastante reciente, ya que durante muchos años los matrimonios eran básicamente uniones o alianzas entre familias por motivos diversos. Esto se puede ver claro en los linajes de la realeza, donde además, la represión de los sentimientos ha sido siempre parte del protocolo esencial. ¿Cuántos reyes, reinas, emperadores, emperatrices y otros rangos de la nobleza habrán vivido dentro del armario de sus grandes palacios? Probablemente más de los que nos imaginamos. Por suerte, tenemos constancia de la historia de algunas reinas lesbianas que no pusieron ningún esfuerzo en esconderse. Estas son algunas de las más conocidas.

Cristina de Suecia

Cristina era una mujer adelantada a su tiempo, amante de los deportes, lectora empedernida, culta, inteligente, muy independiente y encima, una gran reina desde que ocupó el trono con solo 22 años. Los suecos de la época sentían una gran fascinación por ella y no era para menos. Destacaba como gran espadachina, hablaba varios idiomas y albergaba grandes inquietudes filosóficas y literarias. También tenía las cosas muy claras y a pesar de que el Consejo del Reino le insistió constantemente para que se casase y diese continuidad a la dinastía, ella siempre se negó en redondo. Jamás expuso sus motivos, pero nosotras sí sabemos el porqué. Al final, Cristina dedicó abdicar y convertir a su primo en sucesor al trono.

El amor de su vida, parece ser que fue su prima Ebba Sparre, con quien pasaba gran parte de su tiempo libre. En cierta ocasión la presentó como su compañera de cama; sin embargo, no acabaron juntas, ya que Cristina le buscó un marido a Ebba. Si quieres saber más de la historia de la reina Cristina de Suecia, puedes ver la película del mismo nombre protagonizada por Greta Garbo, otra lesbiana sueca muy top. Aunque la película es de los años 30 y la historia está ‘heterosexualizada’. Avisada quedas.

Marquesa de Milford Haven

Nadejda Mountbatten, era una Romanov y se casó con el príncipe George Mountbatten, segundo marqués de Milford Haven y el tío del actual duque de Edimburgo (consorte de la reina Isabel II de Inglaterra). También se hizo famoso por dejar un nutrido legado de material pornográfico al Museo Británico. El caso es que la marquesa, a pesar de estar casada, mantuvo una relación bastante estable con Gloria Morgan Vanderbilt, una socialité de la época y madre de la diseñadora de moda que hoy conocemos. Gloria se vio envuelta en un juicio por la custodia de su hija y los detalles de su relación con Nadeja salieron a la luz.

El escándalo le dio un poco igual a la marquesa, que también se lio con su cuñada, la señorita Edwina Mountbatten, es decir, la esposa de Lord Louis Mountbatten. Las dos parejas eran amigas y quedaban muchas veces para divertirse.

Isabel de Borbón-Parma

La vida de Isabel de Borbón-Parma fue muy triste y se trucó a los 22 años. Fue una joven melancólica y triste, que creció en un ambiente familiar sin amor, y para más inri no se llevaba nada bien con su madre, que la tuvo con solo 14 años. Además, a los 17 la obligaron a casarse con el futuro emperador de Austria José II, que enseguida se sintió arrebatado por su dulzura y su personalidad. Isabel tenía unas grandes dotes para la música y tanto la corte vienesa como su esposo la adoraban.

Pero resulta que la princesa se enamoró hasta la médula de María Cristina, la hermana de su marido. Por suerte, ella le correspondió y durante años se escribieron maravillosas cartas de amor que aún hoy se conservan. Sin embargo, las tendencias depresivas de Isabel fueron haciendo mella en su salud después de sufrir varios abortos, y falleció tras una semana después de dar a luz a una niña que murió a las pocas horas y a la que puso el nombre de María Cristina.

Ana Estuardo

Se cuenta que Ana Estuardo era una mujer amable, complaciente, dulce, de carácter demasiado maleable y enamoradiza. Un combo que propició un tremendo bollodrama en la corte, junto a dos de sus consejeras: Sarah Churchill y Abigail Masham. Ambas, además de mantener relaciones con la soberana, se aprovecharon de sus debilidades para manipularla y obtener beneficios. A pesar de todos estos líos, su marido, el rey Jorge de Dinamarca, la quiso mucho durante toda su vida y juntos se esforzaron infructuosamente por darle un heredero a la corona. La reina se quedó embarazada hasta 18 veces, y solo sobrevivió un hijo, que falleció a los 11 años. Existe también una película sobre otra de las reinas lesbianas más famosas de la historia, se llama ‘La favorita’ y te hemos hablado de ella aquí.

¿Conoces a algún personaje más LGTB de la realeza?