La sexualidad lésbica todavía está llena de mitos y prejuicios, y lo que aún es peor, de desconocimiento. La divulgación sobre educación y salud sexual en España es escasa, y se limita a aconsejar a los jóvenes que utilicen preservativo. Esto, además de centrar el sexo en el coito y desplazar otro tipo de prácticas, deja fuera a las chicas lesbianas y bisexuales, que apenas disponen de información básica sobre formas de contagio de ETS entre mujeres o formas de prevención. Algo muy peligroso cuando la salud está en juego. A continuación vamos a intentar desmontar algunos mitos en torno a la salud sexual de las lesbianas.
Las lesbianas deben consultar al ginecólogo
Verdadero. Las cifras indican que las lesbianas acuden con menor frecuencia al ginecólogo que las mujeres heterosexuales. Esto sucede porque algunas piensan que solo es necesario visitar a este especialista para la administración de anticonceptivos y motivos relacionados con el control de la natalidad. Sin embargo, visitar periódicamente al ginecólogo ayuda a verificar si existe alguna ETS que no haya presentado síntomas, o problemas serios que puedan desembocar en ciertos tipos de cáncer. Así pues, un seguimiento ginecológico es fundamental para todas las mujeres, independientemente de su orientación y edad.
Las relaciones sexuales entre mujeres no tienen riesgo de VIH
Esto es falso. El riesgo de contagio de VIH en las relaciones sexuales entre mujeres es inferior que en las heterosexuales, pero no es inexistente. De hecho, se han detectado varios casos de transmisión entre lesbianas, a pesar de que los estudios en este campo son escasísimos, por lo que es posible que el porcentaje sea mayor de lo que se piensa. Algunas prácticas en la sexualidad lésbica puede ser de riesgo para un posible contagio.
Las lesbianas están más protegidas frente a ETS
Otro falso mito que puede ser peligroso. Las mujeres lesbianas y bisexuales tiene prácticas sexuales igual de variadas que las heterosexuales, que pueden ser igualmente arriesgadas para contagios y transmisión de enfermedades e infecciones de transmisión sexual. Así que se puede asegurar que el riesgo de ETS es el mismo entre dos mujeres, entre dos hombres o entre una mujer y un hombre.
Otros mitos sobre las ETS
Aún hay muchas mujeres que piensan que enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, la gonorrea, el virus del papiloma humano o el VIH no se pueden transmitir en las relaciones lésbicas, lo cual es una idea que debería erradicarse con campañas informativas adecuadas que incluyan todas las prácticas sexuales. Otra idea errónea muy común es que, si una persona ya ha sufrido una ETS, queda inmunizada y no la vuelve a padecer. Todo lo contrario, si no aprendemos de nuestros errores, estos se pueden volver a repetir.
También es muy común la convicción de que las enfermedades sexuales no se pueden contagiar solamente con el contacto con la piel, es decir, sin penetración. La realidad es que enfermedades como la sífilis, por una bacteria, el herpes o el virus del papiloma humano, entre otras, se pueden transmitir, por ejemplo, con el sexo oral. Cualquier mucosa que esté infectada puede ser un foco de contagio.
La forma de prevenir comienza con una información adecuada y completa sobre la sexualidad lésbica y las ETS que se pueden transmitir en las relaciones entre mujeres. Asimismo, siempre es conveniente usar métodos de barrera, porque no todas las enfermedades provocan síntomas en todas las personas. Además, solamente podemos estar seguras de nosotras mismas, pero nunca sabremos si nuestra compañera sexual se ha cuidado y protegido bien en sus relaciones.
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