Todas conocemos la ciudad de San Francisco por ser el lugar donde tuvieron lugar las revueltas de los 60 por los derechos de gais y lesbianas. Y es que esta ciudad norteamericana siempre tendrá para nosotras un significado muy especial.

Hoy vengo a contarte algo que ha ocurrido en San Francisco, y no es otra cosa que cómo un lugar que servía para que las lesbianas se escondiesen, hoy es un lugar histórico.

If you go to San Francisco…

Del Martin y Phyllis Lyon son dos activistas LGTBQ que murieron a los 87 y 95 años respectivamente. Estas dos mujeres dedicaron toda su vida a cambiar el mundo de una forma que nos cuesta entender hoy.

Las lesbianas llegaron a San Francisco en busca de almas gemelas, de supervivencia, y Martin y Lyon les dieron la bienvenida en su propia casa.

Según Shayne Watson, historiadora LGTBQ, el hogar de las dos activistas era un espacio donde las mujeres podían sentirse tranquilas para hablar, comer o bailar, a salvo del exterior. No olvidemos que ser lesbiana en aquellos momentos te podía costar la vida.

En ese clima de peligro, la casa Lyon-Martin era un refugio para lesbianas, un lugar para sentirse libres y ganar confianza. Ahora, ese santuario privado está en camino de convertirse en un lugar de culto para todo San Francisco y para el mundo.

Tras la muerte de Lyon, la casa se vendió

Al morir este año Lyon, la casa se vendió, y la prensa especuló con su derribo. Eso hizo que los activistas LGTB se pusieran en marcha para pedir que se declarase lugar histórico en San Francisco. Sin duda tiene una importancia capital para el colectivo.

Varios grupos activistas contactaron con el Supervisor del Distrito 8, Rafael Mandelman, quien inició la designación histórica que la Junta de Supervisores aprobó por unanimidad el 20 de octubre. Hasta ahora, más de 150 personas en los EE. UU. y en todo el mundo han firmado una carta apoyando la designación.

Martin y Lyonn no solo pertenecen a San Francisco

La influencia de Martin y Lyon llega mucho más allá. Su medio siglo de activismo LGBTQ y feminista, y apoyo a las personas, les dio a muchos un sentido de dignidad y autoestima al tiempo que desafiaba las instituciones y normas sociales. La pareja fundó las Hijas de Bilitis, la primera organización lesbiana nacional en los Estados Unidos, durante la era altamente conformista e intimidante de McCarthy.

La de Martin y Lyon fue la primera pareja en casarse cuando el entonces alcalde Gavin Newsom desafió la ley y permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2004. La Corte Suprema de California anuló esos matrimonios, pero luego en 2008 lo legalizó. Una vez más, la pareja fue la primera en casarse. Dos meses después, cuando murió Martin, las banderas del Ayuntamiento ondearon a media asta como homenaje.

Para las lesbianas es básico conocer nuestra historia y saber qué hicieron otras mujeres para que hoy podamos ser quienes somos abiertamente. Es fundamental que seamos capaces de apreciar los esfuerzos de esas mujeres que lucharon para poder vivir.

Es justo que la casa Martin- Lyon sea patrimonio. ¿Qué opinas tú?