Puede que ni te suene la expresión ‘techo de algodón’. No techo de ‘cristal’ sino de ‘algodón’. Es un concepto bastante reciente que hace referencia a la dificultad o barrera que experimentan las mujeres trans para conseguir pareja o tener acceso sexual con lesbianas.
Mujeres trans con pene en la ‘friendzone’ de las lesbianas
Fue acuñado por un actor porno transexual llamado Drew DeVeaux que es conocido por protagonizar, en 2012 el primer video porno en el que aparecían mujeres lesbianas trans (la cinta se llama ‘Let’s do it ourselves’, por si te interesa buscarlo). El techo de algodón hace referencia a la ropa interior femenina, y también al algodón de las compresas o tampones que se utilizan durante el periodo. Está relacionado con los genitales, con la barrera al acceso a la vagina de la mujer, y trata de plantear la idea de que las lesbianas que se sienten atraídas exclusivamente por mujeres con vulva, deberían deconstruirse para superar ese supuesto prejuicio.
La expresión es un claro juego de palabras, que la asemejan al problema del techo de cristal que sufren sistemáticamente las mujeres cuando no pueden alcanzar puestos de poder en el aspecto laboral. Esta dificultad se compara con el hecho de que las mujeres lesbianas, aceptan una relación amistosa con las trans, pero rechazan tener sexo con ellas cuando tienen pene. Vaya, que se quejan de estar en la ‘friendzone’ y defienden que tienen derecho (los incel dicen lo mismo) a mantener relaciones con mujeres lesbianas porque ellas mismas se consideran mujeres lesbianas. De paso acusan a estas lesbianas de sufrir una transfobia interiorizada que les lleva a rechazar a otra mujer porque no son capaces de aceptar un ‘pene femenino’.
El problema del techo de algodón
¿Qué opina el colectivo lésbico? Dicen que, evidentemente, pueden tener una relación cercana de amistad con una mujer trans, igual que con un hombre o cualquier otra persona, pero que no las consideran como posibles parejas sexuales. Se las acusa de negar la feminidad de estas mujeres, cuando la realidad es que el cuerpo y los caracteres sexuales, están directamente relacionados con la atracción, el deseo y la orientación sexual. Así que para muchas mujeres trans, se trata de una actitud de homofobia, mientras que las lesbianas recalcan la idea de que criticarlas por no aceptar los genitales masculinos, es una forma de lesbofobia, y tratar de forzarlas mediante la manipulación del techo de algodón, es similar a tratar de convertirlas en heterosexuales.
Como podemos ver, el problema es serio y coloca a las lesbianas en una situación complicada en la que en cierta manera se niega su orientación sexual y ya han surgido agrupaciones de lesbianas que consideran que en concepto del techo de algodón o ‘cotton ceiling’ borra los derechos sexuales de las mujeres lesbianas al intentar que acepten en sus cuerpos penes que no desean. Además, atenta contra el derecho del individuo a elegir libremente con quien se acuesta de forma consentida.
¿Qué opinas tú de este polémico debate? ¿Es el ‘techo de algodón’ una actitud de odio hacia las mujeres trans que tienen pene? ¿O es una manera de borrar a las lesbianas? ¡Te leemos!
Hola, gracias por el artículo, ya que desconocía el término al que hace referencia y la verdad es que me ha sorprendido bastante. Yo soy chica trans, y realmente me da la sensación que todo se quiere «etiquetar». Veo totalmente normal que a una chica lesbiana pueda no gustarle por algún rasgo de mi fisonomía, de la misma manera que también veo normal que a otra sí pueda gustarle. Cada persona tiene sus gustos, forma de pensar y ver el mundo, y todas forman parte de la diversidad de las personas y son respetables.
En mi caso particular, mi pareja es una chica que se define como lesbiana, llevamos más de 15 años juntas y convivimos como cualquier otra pareja de chicas en todos los ámbitos, incluso en los afectivos. Jamás hemos tenido relaciones tipo «heterosexuales», principalmente debido a que yo no me identifico digamos en ese «rol» dentro de una relación, y ella lo respeta.
Me choca un poco que cuando se habla de mujeres trans, se dé tanta importancia a la genitalidad, cuando la realidad, es que, por lo menos para mí y mi pareja… carece de toda importancia y no nos resulta nada relevante para llevar una relación como dos chicas más. Aún así, como en todo, seguro hay tantas opiniones como personas en el mundo, pero… personalmente a mí me choca que una mujer trans, pueda sentirse cómoda en roles o situaciones «masculinas»… para mí es algo impropio, que no me pertenece y que me costaría muchísimo hacerlo y a bien seguro después acabaría llorando como una magdalena.
Uds están en una relación hetero. No es una relación homosexual. Las mujeres y hombres homosexuales y bisexuales no estamos para complacer a heteros que están abrazando la agenda trans y están acosando a mujeres y hombres homosexuales sobre todo a tener relaciones amorosas con ellos. Eso es una nueva antihomosexualidad.
Totalmente de acuerdo contigo Karina. Las lesbianas somos mujeres biológicas que nos gustan únicamente las mujeres biológicas y en base al sexo biológico es que se llaman orientaciones SEXUALES.
Todo relación que implique un pene y una vulva es heterosexual.
El del primer comentario es un hombre heterosexual y autoginefílico y tras del hecho LESBOFOBO. se siente mujer Y lesbiana que horror.
Absolutamente de acuerdo con Karina y Celeste. Que los autoginéfilos dejen ya de intentar hacernos terapia de conversión.