Como sabes, el martes se celebraron las elecciones norteamericanas para saber quién ocupará la Casa Blanca los próximos cuatro años, si Biden o Trump.
Eso, para nosotras las lesbianas, sobre todo las norteamericanas, es muy importante. Piensa en todo el clima de crispación contra la población LGTB que está generando el que ahora es presidente. Una situación insostenible que podría acabar si Biden gana.
¿Y qué tiene que ver con Biden y las elecciones Franklin Graham?
Pues tiene mucho que ver. Deja que te ponga en situación, ¿sí?
La semana pasada hubo una entrevista entre dos personas a las que sin duda vas a amar (es ironía, claro). Los participantes fueron Tony Perkins, líder de un grupo antigay cristiano, y el evangelista radical Franklin Graham. En un momento de la entrevista, Graham dijo que si Biden gana la presidencia va a ser una tragedia, porque va a imponer a todos una agenda de lesbianas y de gays.
Vamos, lo que viene a decir es que Biden va a convertir a todos en gays y lesbis.
Fiesta, Fiesta, Pluma, Pluma Gay
Graham, es el máximo responsable de la organización cristiana evangélica Samaritan’s Purse, y se explayó. Habló del Gobierno de Obama diciendo que provocó muchos problemas. ¿La razón? Que en la Casa Blanca había muchos activistas que obligaron a las empresas a fomentar la agenda, y que las que no quisieron, las cerraron. Había muchos activistas que estaban en la Casa Blanca que querían impulsar la agenda de las lesbianas gays y apuntaron a las empresas.
La verdad es que no sé de dónde sacó eso. Pero siguió diciendo que si los Demócratas de Biden ganan, volverán a cargar contra los norteamericanos de bien. De hecho, según Franklin, ya están buscando cabezas de turco para cerrar empresas y encarcelarlos.
Odio y falta de tolerancia
Particularmente, creo que esto es un ejemplo del intento de crispación que se busca crear desde los sectores más conservadores de Estados Unidos.
La administración de Obama y la administración (espero) de Biden no atacaron ni atacarán a nadie. En pocas palabras, quieren que los cristianos sigan las reglas en lugar de poder discriminar abiertamente a quienes no son como ellos. Las empresas venden sus productos tanto a heteros como a homosexuales, pero los grupos religiosos reciben ayudas y subvenciones pese a que discriminen a un sector abiertamente. Y eso no debería permitirse. ¿No te parece?
Estos autoproclamados líderes espirituales pueden vomitar el odio en sus púlpitos, y no pasa nada, y encima tienen la desfachatez de decir que una Administración Biden haría que se rompieran los Estados Unidos...
Nadie les pide que en sus iglesias casen a homosexuales, ni que bauticen a transexuales, pero en público, al menos deben tratar a todos los demás con un mínimo de respeto. Simplemente, el que merece una persona.
Y, sin duda alguna, esos comportamientos no deberían permitirse, ni fomentarse como ocurre hoy en día gracias al discurso de odio que se vomita desde el Despacho Oval.
¿Y a tí qué te parece todo esto?
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