Que sí, que esto ha pasado de verdad. Ser lesbiana sigue siendo una causa más que justificable para que se asesine a mujeres, y además, nos lo tenemos merecido, dicen, por lesbianas impuras y viciosas.

Parece mentira que en el momento en el que estamos estas cosas sigan ocurriendo, aunque no es extraño si observamos el clima de crispación y los discursos de odio que se están produciendo en todo el mundo.

Es un hecho, ser lesbiana es una causa razonable para que te maten

La noticia que os traigo hoy no ha pasado en nuestro país, pero sí en un país en el que se supone que el ser lesbiana no es delito, aunque evidentemente esto no les importe a algunos: me refiero a Italia.

Pero bueno, os cuento lo que ha pasado mejor, y ya juzgáis vosotras mismas, ¿no? Se trata de fomentar el pensamiento libre…

Esta semana pasada, el diario italiano Il Corriere della Sera contaba que en la ciudad italiana de Nápoles, María Paola Gaglione había sido atropellada y asesinada. Hasta aquí, nada extraño, bueno, un asesinato, pero… La cosa es que María fue atropellada por su propia hermano.

Fratricidio lésbico

Cuando el hombre, Antonio Gaglione, fue detenido por las autoridades, declaró en dependencias policiales que persiguió a su hermana porque se había enterado hacía muy poco que tenía una relación con otra mujer. Y claro, eso él no lo podía permitir.

El hombre, que persiguió durante muchos kilómetros a su hermana, golpeó la moto de María con su propia moto. El golpe hizo que María Paola sufriera un impacto muy fuerte contra una valla publicitaria y una tubería industrial, cuyo resultado fue la muerte en el mismo instante.

Según cuentan los agentes de policía que practicaron su detención, Antonio Gaglione no ayudó después del atropello, y cuando su hermana ya yacía en el suelo, se bajó de la moto a propinarle patadas al grito de «Viciosa». Al ver que ya había fallecido, centró sus esfuerzos en golpear y atacar a la pareja de María, que también iba con ella en la moto y también sufrió las consecuencias del accidente.

No obstante, al declarar en comisaría, el detenido se mostró arrepentido de matar a su hermana, pero no de perseguir y golpear a la pareja. Según sus declaraciones, él no quería matarla. Simplemente quería darle una lección a ella y a la mujer que la había contagiado y la había obligado a ser lesbiana. Ella siempre había sido una mujer normal.

Mucho trabajo por hacer. Ser lesbiana no es sencillo

Pues no. En los últimos años empecé a pensar que poco a poco la cosa se estaba normalizando, y que parecía que ser lesbiana estaba comenzando a ser un poco más sencillo. Pero no es así. Me he equivocado de pleno.

En todo el mundo se está asistiendo a un repunte de odio y violencia contra cualquier minoría, también gays y lesbianas. Los ataques continuados me hacen pensar que aún queda mucho por hacer, y que se debe trabajar para fortalecer las leyes que nos protejan a todas las personas que formamos parte de esta comunidad.

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