El mundo de los videojuegos es muy extenso y pueden tratar tantas temáticas como el cine, la literatura o los cómics. De hecho, todos estos ámbitos toman inspiración unos de otros. Esto podemos verlo en uno de los documentales más recientes de Netflix: High Score: El mundo de los videojuegos, dirigido por France Costrel.
High Score: El mundo de los videojuegos
Este documental, entre otras muchas cosas, nos descubre que hace casi 30 años se creó un fantástico videojuego de temática LGBT. Su desarrollador fue Ryan Best, que inventó un mundo de fantasía (o no tan fantasioso), repleto de policías, líderes religiosos, enfermedades y fanáticos homófobos y violentos que actuaban armados contra la comunidad LGTB. El villano máximo del juego estaba representado por Pat Buchanan, que formaba parte por aquel entonces del partido Republicano de USA.
Como decíamos, lo produjo Ryan Best en 1992 y como cuenta el narrador de High Score, Charles Martinet, no tuvo demasiado éxito comercial. Lamentablemente poca gente, incluso gamers, ha sabido hablar de este videojuego ni tampoco lo habrá terminado. Pero para aquellos que se hicieron con él, siendo parte del colectivo, como el propio Ryan, servía como una vía de escape en unos tiempos en los que los conservadores republicanos de Estados Unidos afirmaban que el sida era un castigo divino por ser homosexual.
GayBlade fue el primer videojuego de temática LGTB
Los años 80 fueron muy complicados para las personas LGTB y era común escuchar a predicadores dar discursos de odio en televisión que llegaban a una gran parte de la sociedad. Uno de ellos era el mencionado Pat Buchanan, que encabezaba esta lucha contra la comunidad homosexual. Según Ryan, el punto positivo de esta situación promovida por el predicador es que hizo reaccionar al colectivo LGTB para unirse y luchar contra el odio. Muchos comenzaron a manifestarse y Ryan Best decidió que necesitaba algo para desfogarse, una especie de fantasía de venganza. Así que creo GayBlade, una especia de parodia de los juegos de rol protagonizado por gais y lesbianas. Los monstruos estaban representados por paletos, predicadores o ladillas gigantes. En definitiva, enfermedades y personas que habían perjudicado al Best, que sentía que su faceta de programador le permitía contribuir a las protestas.
El último enemigo, la lucha final en GayBlade era Pat Buchanan. Esto, para su artífice resultaba liberador a la vez que divertido e hilarante. Una catarsis que mezclaba la fantasía del videojuego con una crítica social y moral hacia el gobierno de George H. W. Bush.
Si bien GayBlade no tuvo apenas éxito comercial, las personas que lo jugaban le escribían cartas a Ryan explicándole que en medio de la infelicidad de sus complicadas vidas, el videojuego les ayudó a desconectar, reírse y sentir cierto alivio. En el documental High Score nos explican que hubo personas que desarrollaron ampliaciones con otros homófobos como últimos enemigos.
Recuperado para High Score
Por desgracia, en una mudanza de su creador desde Honolulu a San Francisco se perdió el software del juego, el código fuente, la instalación y hasta las copias maestras. Los gamers fans de GayBlade le ayudaron a intentar encontrar una copia, hasta que finalmente el Museo Schwules en Berlín, contactó recientemente con la productora de High Score para darle una buena noticia: tenían los archivos. Ahora es posible descargarse el juego de manera muy sencilla para pasar un buen rato aniquilando a los enemigos de la comunidad LGTB.
Seas gamer o no te animamos a intentar pasarte el videojuego y que nos cuentes si te ha gustado.
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