Las mujeres lesbianas y bisexuales tampoco nos libramos de los tóxicos conceptos del amor romántico. No, no solo es cosa de relaciones heterosexuales, y puede hacer el mismo daño porque tenemos el falso concepto de que el amor es entrega y sacrificio. Cuando lo saludable es poner límites a tu pareja desde el principio.

El amor romántico es tóxico

A esto se une el hecho de que, cuando estamos enamoradas, caemos en un estado de enajenación que nos lleva a hacer  todo tipo de locuras e incluso a dejarnos a nosotras mismas de lado para complacer a nuestra pareja.  Y puede que incluso lleguemos a pronunciar frases como ‘lo eres todo para mí’ o ‘no podría vivir sin ti’ que, aunque puedan parecer expresiones románticas e inocentes, encierran una idea muy poco sana.

Para empezar, reflejan una dependencia emocional que deberíamos revisar. Si realmente sentimos que necesitamos a nuestra pareja, tendremos que plantearnos nuestro concepto del amor y la manera en que vivimos las relaciones. El amor no debería basarse en la necesidad, sino en la elección consciente. Al comenzar un nuevo vínculo no tendríamos que olvidar lo que somos,  lo que nos define, lo que éramos antes de conocer a esa nueva persona: amigos, familia, estudios, gustos, opiniones, ideas, aficiones, trabajo, etc.

¿Cuándo poner límites a tu pareja?

Para ponerle remedio a tiempo antes de que la relación se torne tóxica desde ambas partes, hay que saber poner límites para poder identificar cuando se están rebasando. Vamos a dar algunas pistas que pueden indicar que la relación no está siendo equilibrada.

Le das prioridad a ella

Una cosa es querer ser amable con tu chica (dejarle la última croqueta, ceder en algunas decisiones, sacrificar un capricho para poder comprarle un regalo…) y otra diferente poner siempre por delante su bienestar sobre el tuyo.  ‘Si tú eres feliz yo soy feliz’. No por favor, no digas eso porque tu felicidad no puede depender de la felicidad ajena. 

Has dejado de lado tu vida

Si desde que tienes novia te has aislado, tienes delante una ‘red flag’ del tamaño de la bandera de la plaza de Colón en Madrid. Tu círculo social gira en torno a tu chica, su familia, sus amigos, sus aficiones, su trabajo. Basta. Recupera tu vida anterior y mantenla paralelamente a la vida en común con tu novia. No debería ser incompatible. 

Lo aceptas todo

Acéptalo, el amor no lo puede todo. El amor propio y la dignidad son lo primero, así que no tienes que aceptar humillaciones, insultos, maltrato emocional o físico, engaños o faltas de respeto en general. Ese tipo de cosas no se arreglan. Quiérete por encima de todas las cosas y date la vida y el trato que mereces. 

Pides permiso

Si tienes que pasar revista de todas tus actividades cotidianas, ‘Huston, tenemos un problema’. Una relación libre no coarta la libertad, ni de decisión ni de movimientos, para esto están las cuarentenas. Si estás limitando tus salidas no asumas que esto tiene que ser así, porque el amor significa que tienes que pasar todo tu tiempo con la persona amada. Y si tiene un problema de celos o desconfianza, que se lo haga mirar, pero ten en cuenta que los celos terminan matando la relación tarde o temprano, así que quizá deberías atajarlo antes de que pase demasiado tiempo y sea más difícil. 

Renuncias a quien eres, a tus sueños y a tus metas, te controla el dinero, pierdes tu privacidad… Son otras pistas que indican que no estás poniendo límites a tu pareja y tu relación se está saliendo de madre. Es el momento de que te replantees las cosas y recuperes tu vida para ser feliz de verdad.