El mundo de los juguetes eróticos está viviendo una revolución desde que la industria ha comenzado a idear gadgets para el placer femenino para estimular el clítoris y otras regiones de la vulva. El concepto del ‘consolador’ pensado para la penetración como un sustituto para mujeres desesperadas por un pene, ya está más obsoleto que los coches que arrancaban con manivela. Después de la revolución del ‘Satisfyer’, los fabricantes de estimuladores no se han detenido y ahora ha salido al mercado Gbulb. 

Hablemos sin pudor de masturbación femenina

Gracias a esta revolución de los juguetes sexuales, la masturbación femenina se ha ido normalizando, derrumbándose, afortunadamente para las nuevas generaciones aquel viejo tabú que hacía creer que eso era solo cosa de hombres. Ahora las mujeres hablan tan libremente de sus orgasmos en solitario como ellos de sus pajas. 

Pero volvamos al Gbulb, ¿qué es? Es un aparato con forma de bombilla, porque parece ser que a las mujeres nos gustan los juguetes eróticos con formas chachis. Este es de uso externo, de ahí su forma redondeada y ancha para abarcar toda la zona de la vulva. Funciona de forma similar a la ‘magic wand’ ese aparato similar a un micrófono, pero el Gbulb es más fácil de usar, ya que no tiene mango y se puede sujetar más fácilmente y manipular para inclinarlo de manera que más te guste.

Además es muy ligero, y si te apetece te lo puedes llevar a donde sea, porque ocupa poco espacio en la maleta, y encima con una pulsación larga se pone en modo viaje, para que no se active la vibración de forma accidental en un momento embarazoso. Por supuesto, se puede utilizar para estimular cualquier otra parte del cuerpo, hasta si te apetece darte un masaje en los riñones. 

Los nuevos juguetes eróticos le dan protagonismo al clítoris 

El motor de Gbulb es tamibién similar al de las ‘magic wand’, bastante potente. Tiene un solo botón en el casquillo cn el que se pueden regular tres intensidades y seis tipos de vibración distintos, así que las combinaciones son interesantes, para todos los gustos y todos los momentos de la sesión de autoplacer. Funciona con batería y con cargador magnético. Solo necesita dos horas para recargarse completamente y ofrece una autonomía de cuatro horas. Y por supuesto, como todos los buenos juguetes sexuales, es sumergible.

Este estimulador está fabricado con silicona hipoalergénica y en cuanto al tacto, no es ni muy blando, ni demasiado duro, pero sí muy suave. Tiene tres años de garantía. Añadir que Gbulb tiene muy buen precio y se trata de un juguete muy funcional, potente, creativo y por qué no, también bonito. 

Si te animas a probarlo, cuéntanos qué tal la experiencia. ¿Lo recomiendas?