Generalmente es complicado encontrar evidencias históricas sobre lesbianismo o prácticas homosexuales. Especialmente durante la época inquisidora cuando todo acto que se saliera de lo moralmente establecido era o castigado o escondido. Si de lesbianismo hablamos, podemos deducir que muchas veces las historias eran inventadas por hombres. Se consideraban prácticas relacionadas con la brujería dejando generalmente a las mujeres como pecaminosas bajo la influencia de prácticas oscuras y de brujería para mostrarlas ante la población como débiles y fácilmente influenciables.
Tras los muros del convento
No obstante la historia está repleta de casos en los que la sexualidad estaba bien presente en monasterios. En estos lugares religiosos las prácticas sexuales en la intimidad de sus muros eran bastante habituales. Benedetta Carlini nacida en Pescia, Italia, en 1591, era hija de una acomodada familia de la toscana quien la llevó al convento a los 9 años de edad a consecuencia de sus visiones con la Virgen María. Pronto la nombraron abadesa, por su particular forma de religiosidad que había llegado a oídos del Papa, puesto que su visión fue creciendo en popularidad.
En aquel momento las manifestaciones espirituales heréticas estaban penadas por la inquisición por lo que pronto fue destituida del cargo de abadesa. Fue entonces cuando todo el escándalo empezó a salir a la luz. El papado comenzó a investigar los misteriosos episodios de intensidad religiosa, por su posible naturaleza demoníaca. Se entrevistaron con varios miembros tratando de encontrar una explicación teológica razonable.
Fue la hermana Bartolomea, una de las amantes de la hermana Benedetta, quien confesó los encuentros sexuales de esta, con ella y varias residentes del convento. Según Bartolomea, ambas eran amantes por obligación de sor Benedetta (aunque hay quien piensa que tenían un juego sadomasoquista). Todo parecía ser consecuencia de sus epifanías religiosas que rezaban que era poseída por un ángel macho que la obligaba a mantener relaciones sexuales.
Investigación, juicio y condena de Benedetta Carlini
Las autoridades eclesiásticas elaboraron un informe detallado de lo sucedido. En él se recogen declaraciones de la hermana Benedetta. Explicaba que se colocaba encima de ella como un hombre, moviéndose con tal intensidad que ambas quedaban corrompidas. “Durante dos años, dos o tres veces por semana, tras desnudarme y acostarme, obligaba a mi compañera a que se desnudara y se metiera en la cama también». «Agitándome sobre ella hasta que ambas nos corrompíamos», son algunas de las declaraciones que hizo Benedetta Carlini, que no escatimó en detalles. Se trata del primer caso oficial documentado de lesbianismo en occidente.
La inquisición castigó a la hermana Benedetta encarcelándola de por vida. Solo podía salir para oír misa y recibir azotes. Benedetta falleció a la edad de 71 años en 1661, tras 35 años de encierro. La hermana Bartolomea, su antigua amante, murió un año antes, en 1660. Desde el conocimiento de tales hechos a finales del S. XX, la hermana Benedetta Carlini se convirtió en un icono de la reconstrucción del lesbianismo.
El director Paul Verhoeven (Instinto Básico, Desafío total, Robocop, Elle) lleva varios años embarcado en el rodaje de un largometraje inspirado en la vida de Benedetta Carlini. Su estreno se prevé para 2021.
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