Hace poco se publicaba un estudio muy interesante que se llevó a cabo para comprobar la orientación sexual de los jóvenes de la actualidad. Los resultados fueron sorprendentes para algunos y previsibles para otros. Resulta que hasta un quinto de este grupo de población es LGTB.
Los jóvenes LGTB son un quinto de la población
El estudio se hizo por franjas de edad, una entre los 18 y los 34, otra entre 34 y 72 y la tercera de más de 72. En estos dos últimos grupos el número de personas que se autodescribían LGTB eran muy pocas (lo cual no significa que el resultado fuese la cifra real). A medida que el rango de edad iba disminuyendo crecía también el porcentaje de este colectivo. Por ejemplo en el segundo grupo, se identificaron como LGTB el 12% y en el de población entre 18 y 34 años, subió al 20%.
El estudio se realizó en Estados Unidos, pero creemos que esto puede ser extensible a otros países del mundo Occidental. Los resultados son una gran noticia por que da muestras de una gran libertad, normalización y tolerancia. La mayoría de los encuestados, a pesar de no formar parte del colectivo LGTB, expresaban apoyar sus reivindicaciones y mostrarse tolerantes y respetuosos. Esto significa que el panorama en las nuevas generaciones es muy positivo, ya que está conformado por jóvenes que apoyan a los derechos de otras orientaciones e identidades sexuales. Un avance histórico que emocionaría todas esas personas que se han dejado la piel a lo largo de los años y los siglos para abrirnos el camino.
Para conseguir lo que tenemos hoy. A pesar de esto, no está todo conseguido, ya que aún queda mucho odio con el que luchar. No podemos olvidar de que aún existen países en los que la homosexualidad conlleva pena de muerte, de cárcel, y muchos castigos físicos. Y aún hay demasiadas terapias de conversión que tirar abajo.
Las nuevas generaciones promueven el cambio
Pero volviendo a la parte más optimista, queremos centrarnos en lo asombroso que es cómo de una generación a otra puede cambiar la perspectiva de las cosas. Cómo hace unos años era impensable la imagen de dos mujeres besándose tranquilamente en un parque, y hoy es algo mucho más normalizado entre las chicas más jóvenes que no sienten la necesidad de esconderse para darse un beso apasionado en el momento que les apetece. ¿No es maravilloso? La población joven es siempre la que incentiva los cambios, la que exige que se revise lo antiguo, la que obliga a los puestos de poder a tomar nuevas decisiones.
Por eso es tan importante y tan buena noticia que los jóvenes LGTB de la nueva generación den la cara con la más absoluta normalidad, mostrando además, que somos un colectivo probablemente más numeroso de lo que se piensa. Un porcentaje de población tan grande (20% en una horquilla de edad de solo 16 años, y sumémosles todos los demás), no puede tener una representación tan mínima. Así que esperamos que este nuevo despertar se refleje en las instituciones.
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