El sexo es una actividad que por lo general es placentera, una experiencia que la mayoría de las personas busca y desea. Es algo que se disfruta desde antes de que ocurra y por supuesto durante todo el momento. Tras el orgasmo se suele presentar una agradable sensación de satisfacción y relajación. Sin embargo no todas las personas lo viven así y experimentan una intensa sensación de la tristeza después de alcanzar el clímax. Es un fenómeno que se conoce como disforia postcoital o depresión post-coitum.
Hay que puntualizar que la medicina, es otra faceta humana desarrollada en base a ideas patriarcales, y por lo tanto, todo lo relacionado con el sexo, es absolutamente falocéntrico. Así que dicho esto, daremos por entendido que, por mucho que a algunos les lastime el ego, el coito no es necesario para el sexo, ni mucho menos para el orgasmo. Pero regresemos al tema de esta disforia o bajón después del orgasmo.
¿Qué es la disforia postorgasmo?
Es un síndrome que se caracteriza por provocar sentimientos de melancolía, malestar y tristeza justo después de experimentar un orgasmo. A veces sobrevienen sentimientos de angustia, irritabilidad y vacío. Puede aparecer tras una relación sexual con otra persona o tras la masturbación en solitario. Este curioso síndrome se ha referido ya en otras etapas histórica por lo que no es algo nuevo. Hasta ahora se consideraba que era un problema específico de mujeres en determinada franja de edad, pero la realidad es que puede aparecer a cualquier edad y en ambos sexos, si bien parece que es más frecuente en las mujeres.
Esta disforia no ha sido muy estudiada por la comunidad científica, aunque se ha demostrado que es algo más habitual de lo que se cree. Una de las causas de que no se le haga mucho caso es que puede estar presente en momento puntuales, siendo un problema esporádico en la vida de una persona. Se convertiría en un síndrome a tratar, cuando se diese de manera continuada en el tiempo. En algún estudio se ha comprobado que la mitad de os participantes había experimentado este bajón después del orgasmo alguna vez en la vida.
¿A qué se debe?
Como esta mal llamada disforia post-coital ha sido poco estudiada, no hay una explicación demasiado clara sobre ello, y solamente se han lanzado teorías. Estas son las que los que la neurociencia propone.
Influencia de la amígdala
Según una teoría esas sensaciones depresivas pueden estar generadas por la actividad de la amígdala. La amígdala es la glándula encargada de las emociones como el miedo y la angustia, pero durante el acto sexual se ‘apaga’ por completo.
Después del orgasmo se reconecta y la actividad regresa de forma repentina, lo que podría provocar todo ese aluvión me sentimientos intensos. Durante el sexo, todas las preocupaciones desaparecen por completo pero al terminar, todo regresa con fuerza. Esto se hace más notable cuando se trata de una pareja que está teniendo problemas o atraviesan una crisis.
Otras teorías
También existe la teoría de que algunas personas acusan la separación física tras la unión íntima que implica el acto sexual. Durante el sexo, las sensaciones son intensas y al terminar la relación, la idealización del momento desaparece y eso provoca tristeza. Otros afirman que podría deberse a las creencias o tabúes que tienen algunas personas con respecto al sexo. Es el caso de educación religiosa estricta, prejuicios instaurados en la psique, etc. Esto puede hacer que el sexo se perciba inconscientemente de forma negativa, lo que generaría un conflicto con sentimientos de culpabilidad.
Cuéntanos, ¿has experimentado alguna vez este bajón después del orgasmo?
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