Hace mucho tiempo solamente eran los hombres los que tenían derecho al voto, los blancos y los negros no podían estar juntos, y el matrimonio igualitario no existía. Solamente era para un hombre y una mujer.

Por suerte, las cosas cambian…

El matrimonio igualitario volverá muy pronto a muchas agendas. Una vez más, se presentarán argumentos en contra de la legalización del matrimonio homosexual en muchos países del mundo. Muchos de esos argumentos tienen una gran carga emocional, algo lógico si pensamos que para muchas personas, este tema es especialmente sensible.

Muchos de estos detractores tratan de utilizar esos «sentimientos» como cortina de humo tras la que ocultar la poca lógica de los argumentos. Es ridículo, pero la verdad es que en pleno siglo XXI basta con citar la Biblia para negar un derecho fundamental a muchas personas. Aunque no es algo admisible.

Para quienes se dedican a repetir como papagayos argumentos, les voy a enseñar algunos de los «mejores» para condenar el matrimonio igualitario.

Los mejores- peores argumentos contra el matrimonio igualitario

Seguro que te suenan estos argumentos hipermanidos. Veámoslos.

Es algo antinatural

A ver, siendo sinceros, lo antinatural es el matrimonio. Así, en general. Compartir tu vida con una persona es lo más normal del mundo, pero, según muchos estudios relacionados con la vida animal (y no olvidemos que somos animales), el matrimonio es una convención social que hemos creado, pero realmente, la naturaleza de la persona es polígama.

No creo que el matrimonio igualitario sea antinatural, de hecho, es todo lo contrario. Es, simplemente, estar con la persona a la que amas, con la que quieres compartirlo todo. Es tan «natural» como lo es el heterosexual.

El matrimonio igualitario sirve para destrozar la familia

Te sorprendería cuántas personas piensan así. Hay estadísticas que demuestran que a medida que el número de parejas del mismo sexo crece, los matrimonios tradicionales que conocemos disminuyen.

Teóricamente, el matrimonio igualitario sirve para reforzar el vínculo existente entre una pareja, pero hay quien afirma que lo que hace es destrozar la familia. Ahora bien, que haya una relación no implica que sea la causa.

¿A cuántas personas conoces personalmente que se planteen abandonar a sus familias si las uniones civiles en muchos países en los que aún no es legal se renombraran como matrimonios? Me imagino que muy pocas.

El matrimonio siempre ha sido entre hombre y mujer

Este argumento lo escucho casi a diario entre mis propios vecinos. Y yo siempre les digo «y los cristianos eran devorados por los leones en el circo romano». Lo que siempre ha sido así se puede cambiar, y no pasa nada.

Los leones ya no se comen a los cristianos, y hemos salido ganando, ¿no? Pues eso.

Lo que subyace tras esta afirmación es que las cosas no deben cambiar, y la verdad es que esto no es muy esperanzador para la humanidad. Las instituciones cambian con las actitudes. Hasta 1967, el sexo era, por ley, entre hombre y mujer. Las cosas pueden cambiar, y pueden mejorar, por supuesto.

Si no estás de acuerdo, vale, pero…

Si el matrimonio igualitario no va contigo, asegúrate de que tienes un argumento distinto a estos y válido. Además, no uses palabras como «enfermedad» o «abominación.