¿Qué alternativas ecológicas para la menstruación conoces? Conviene tener en cuenta que una mujer puede utilizar una media de 14mil tampones en su vida y que estos productos, junto con las compresas, generan en torno a 100mil millones de deshechos al año. Cada día se encuentran miles de toneladas de tampones y aplicadores en las costas del mundo.

Alternativas ecológicas para la menstruación

Así que deberíamos plantearnos el recurrir a otros métodos para la higiene íntima en esos días del ciclo. Las compresas y tampones tradicionales están fabricados con gran cantidad de plástico, pero por suerte, el mercado nos está empezando a ofrecer opciones ecológicas, sostenibles y saludables. 

Copa menstrual

La copa está cambiando la vida de muchas mujeres. Consiste en un recipiente fabricado con silicona que se coloca en el interior de la vagina de forma que va recogiendo el flujo menstrual. Una vez que la copa se llena, solo hay que extraerla, vaciarla e introducirla de nuevo. Es hipoalergénico, de larga duración, se puede dormir con ella puesta y evita manchas y pérdidas. Se puede llevar hasta 12 horas sin que haya fugas (dependiendo de lo abundante que sea el flujo, claro). Además, se puede usar desde el primer día hasta el último de la menstruación.

La copa menstrual puede durar hasta 10 años, por lo que se trata de una alternativa muy interesante a nivel ecológico. Económicamente también implica un gran ahorro de dinero. 

Bragas menstruales

De un tiempo a esta parte, han ido apareciendo en el mercado un tipo de braguitas con efecto anti-fugas. Están fabricadas con varias capas de tela antibacteriana y absorbente y son una excelente alternativa a los salvaslips y como protección adicional utilizando la copa o el tampón. Son reutilizables y no llevan químicos. Se lavan fácilmente, no se mueven y son seguras. 

Tampones orgánicos

Igual que los tampones tradicionales pero fabricados con algodón orgánico y libres de fragancias, cloro o cualquier otro químico. Existen sin aplicador o con uno de cartón, algunos incluso son reciclables. Como objeción, habría que apuntar que el cultivo de algodón requiere mucha agua y, siendo esta un bien escaso, es algo que hay que tener en cuenta si queremos minimizar el impacto ecológico. 

Esponjas menstruales

Las hay de varios tipos, esponjas de mar, completamente naturales, o hechas con materiales sintéticos. Funcionan de forma similar a un tampón: se humedece un poco y se coloca dentro de la vagina para que absorba el flujo menstrual. Se retira a las pocas horas, y hay que lavarla con jabón neutro y agua antes de volver a ponerla.  Las esponjas de mar se reproducen muy rápido y no generan desperdicios, aunque puede depender del modo de recolección, ya que está vinculado al sector de la pesca. Si optamos por la versión sintética, hemos de fijarnos en que sea biodegradable. 

Compresas de tela 

Otra de las alternativas ecológicas para la menstruación son las compresas de tela, lavables y reutilizables. Se pueden encontrar de varios tamaños y capacidad de absorción y, además, son bonitas. Se tienen que cambiar con la misma frecuencia que las desechables, y enjuagarlas o remojarlas antes de meterlas en la lavadora. La mayoría son de algodón, pero ya hay algunas versiones fabricadas con bambú.