El magnífico presidente de los Estados Unidos Donald Trump no deja de darnos titulares para que os los contemos. La última ocurrencia de este ricachón cateto convertido en Presidente del país más poderoso del mundo es que su Gobierno está preparando un propuesta de ley por la que va a permitir que las agencias de adopción norteamericanas rechacen a familias LGTB que quieran adoptar a un niño. Argumentan que lo harán para respetar sus creencias religiosas.

La medida atenta contra las familias LGTB

La medida, que está siendo muy polémica en Estados Unidos, choca frontalmente contra una política que propugnó el anterior presidente Obama. Barack prohibió toda discriminación por orientación sexual por parte de las agencias de adopción federales, incluyendo, por supuesto, a las familias LGTB. Pues bien, Trump se la carga de un plomazo con esta nueva medida.

Esta nueva norma legal fue publicada por el HHS, Health and Human Services Department, hace dos meses.

Discriminación hacia la comunidad LGTB

Si bien no nos extraña oír esta noticia de la Administración Trump sí nos escandaliza.

Los grupos pro- derechos LGTB del país han criticado duramente la medida legal, con Julie Kruse (directora de la política federal en el Consejo de Igualdad Familiar) a la cabeza, denunciando que la nueva normativa atenta contra los derechos de las familias LGTB.

En una declaración a los medios locales, Kruse afirmó que el pueblo de Estados Unidos se niega a que las agencias de adopción que pagan como contribuyentes rechacen a aquellas familias LGTB por el simple hecho de ser parejas del mismo sexo.

Por otro lado, Denise Brogan- Kator, responsable de Family Equality, afirma que esta medida será muy negativa, ya que abrirá la puerta a una total discriminación.

Sarah Kate Ellis, directora de GLAAD dice que una vez más, el Gobierno del Presidente Trump ha priorizado la persecución al colectivo LGTB por encima del bienestar y la seguridad de los más pequeños. A esta opinión se suma también la directora del Centro Nacional para la Igualdad Trans, Mara Keisling, que dice que es un mal uso de los fondos públicos al fomentar la intolerancia hacia un colectivo que es muy maltratado y que es muy débil en la sociedad norteamericana. Además, también afirma que va a fomentar considerablemente la discriminación a la población trans también en otros aspectos, como la prevención de enfermedades de transmisión sexual.

Menos derechos para el colectivo

Antes de la aparición de esta norma, el departamento de Salud había permitido la excepción al cumplimiento de la política anterior a la agencia de adopción Miracle Hill Ministry. Esto ocurrió en enero de este año, en Carolina del Sur, y a ello respondió con una demanda al organismo gubernamental la Unión Americana de Libertades Civiles, que también demandó al estado de Carolina del Sur.

La nueva reglamentación está basada en que la norma de Obama iba en contra de los estatutos, y para evitar las demandas de los grupos religiosos afiliados. Desde el HHS también se dijo que contravenía la Ley de la Restauración de la Libertad Religiosa, así como la Primera Enmienda constitucional.