Si has estas alturas todavía no has escuchado ni leído nada sobre la serie Gentleman Jack, es que vives en otro mundo. La historia de este personaje está plasmada en sus propios libros, en una película y ahora en una serie de HBO que está siendo un éxito.
La primera lesbiana moderna
A través de esta serie podemos conocer todos los detalles de la vida de la que se considera la primera lesbiana moderna en el siglo XIX. Puede haber quien crea que es una historia de ficción o con fragmentos exagerados para despertar mayor interés. Pero en realidad todo lo que se sabe de ella es completamente real ya que la propia protagonista dejó testimonio de ello en sus múltiples diarios, que constan de casi 30 volúmenes, lo cual da para bastante información jugosa.
Gentleman Jack se llamaba en realidad Anne Lister. Esta joven terrateniente comenzó a escribir su diario con la intención práctica de llevar un mejor control de sus cuentas, ya que al morir su padre, recayó sobre ella todo el trabajo de gestionar las propiedades. Con el tiempo se dio cuenta de que su diario podría tener un uso más amplio y volcar en él sus inquietudes y reflexiones. Si te interesa indagar en sus pensamientos más íntimos, en cualquier librería se puede encontrar una recopilación de las partes más interesantes. En ellos expone, hay capítulos sobre sus vivencias amorosas y sexuales, sí. Pero sobre todo, comparte su visión particular sobre el comportamiento masculino en la sociedad y nos cuenta cómo ella misma hacía frente a estas actitudes que hoy día llamaríamos machirulas.
Gentleman Jack, terrateniente y conquistadora
Los más sorprendente e incoherente es que ella se mostraba de acuerdo en aceptar el hecho de que el hombre fuese la principal figura de la sociedad? Es chocante que una mujer lesbiana, independiente e intelectualmente formada, considere que el poder y el liderazgo de los asuntos que movilizan la sociedad y la economía, debe estar en manos de los hombres. Todas estas opiniones se encuentran argumentadas con una pincelada religiosa, lo cual le quita algo de credibilidad, pero aún así, hemos de reconocer que fue una mujer interesante, avanzada y con aportaciones valiosas.
Lo más interesante de sus diarios, es el enfoque sociológico ya que refleja con detalle la forma de pensar y de comportarse de la sociedad en el siglo XIX. Además nos aporta su visión de la política del momento y por supuesto, sus aventuras amorosas. Otra peculiaridad de sus diarios es que los pasajes más íntimos que ella plasma en sus páginas, están codificados. Utilizaba otras palabras (como kiss) para referirse al acto sexual, o ponía una C en el margen cuando había disfrutado de un momento de pasión.
Anne Lister, aka Gentleman Jack, fue una mujer de rompe y rasga. Sedujo y conquistó a muchas mujeres de todas las edades, la mayoría de ellas casadas. Algunas infieles y otras con el permiso de sus esposos. Sin embargo tuvo dos grandes amores en su vida. La primera fue Marianna Belcombe, que dejó una huella profunda en su corazón. La segunda fue Ann Walker, de origen noble, con la que se casó de forma clandestina. Lo hicieron de una manera muy curiosa: presenciando una boda en la que intercambiaron las alianzas al mismo tiempo que los novios. Anne deseaba formar una familia como cualquier pareja heterosexual de la época.
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