Ricky Martin y la gestación subrogada vuelve a levantar la polémica. El cantante formó hace años una familia con Jwan Yosef, un pintor de origen sirio. Tienen dos hijos gemelos obtenidos mediante este proceso de fecundación y adopción.
Ricky Martin y la gestación subrogada
Recientemente el cantante puertorriqueño anunciaba a los medios que están de nuevo “embarazados”. El anuncio ha sido recibido con múltiples críticas en redes sociales, donde se destaca que la gestación subrogada que va a hacer posible que el matrimonio disfrute de una paternidad biológica, implica la explotación de una mujer. Es la mercantilización del cuerpo de una mujer en concreto y favorece y alimenta un sistema de abuso que se sostiene en las mujeres con mayores dificultades económicas.
Ricky Martin, que tiene 47 años, asistió el pasado sábado noche a recoger, en Washington, el Premio Visibilidad de la Campaña de Derechos Humanos. Iba acompañado de su marido Jwan y sus gemelos Valentino y Matteo mientras que su bebé, Lucía, que nació el pasado diciembre, se quedó en casa al cuidado de su abuela. Allí el cantante aprovechó el momento para declarar su amor a su familia, y anunciar que están esperando a un nuevo bebé para cumplir su sueño de tener una familia numerosa.
Rápidamente las críticas han inundado la red desde que Martin sorprendiese con la noticia, que además se produjo, irónicamente, en una gala organizada en defensa de los derechos humanos. Toño Abad, presidente de Diversitat, una asociación pro LGTBI, se pronunció en redes recalcando precisamente esto. La broma de mal gusto que es anunciar un embarazo de este tipo en una cena por los derechos humanos. Ricky Martin y su esposo alquilan vientres y mercantilizan el cuerpo de las mujeres, utilizándolas como hornos. Compra bebés y lo convierte en un discurso por los derechos humanos.
A la carta
El cantante había declarado hace tiempo que le gustaría tener una hija, una “niña bonita de papá”. Y querer es poder cuando tienes dinero y mujeres con necesidades económicas desesperadas. Lo mejor es que este sistema de reproducción permite a los clientes elegir a la carta, así que probablemente el bebé que está en camino será una niña.
La tuitera Anne se preguntaba por qué hay tanta gente que se alegra y se emociona al saber que Ricky Martin va a comprar un nuevo bebé. De esta manera se normalizan los vientres de alquiler. Ellos no están embarazados y al expresarse así, objetivizan al máximo a la mujer que está ahora misma gestando a la que va a ser su hija. Como si fuese una vasija, un contenedor. Sin embargo la adopción parece no ser una opción para algunos, a pesar de contar con recursos de sobra. Suponemos que Ricky se tiene en tan alta estima que considera que sus valiosos genes deben propagarse en un planeta super poblado. Lo que no debemos olvidar es que la paternidad no es un derecho sino una opción y un privilegio. Son los niños los que tienen derecho a tener un hogar y una familia. O así debería ser en un mundo justo.
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