Seguro que te suena la peli de Disney Frozen. Sí, la película en la que la princesa congelaba todo lo que tocaba y que ha suscitado tanta polémica desde que se estrenó. Sobre todo con su canción Let it Go, ya que había mucha parte del público pensaba que esa canción sobre salir del armario.

No obstante, los responsables de la película han negado esto muchas veces.

Pues bien, a partir del anuncio de la compañía norteamericana de una nueva secuela de la película Frozen, fueron muchos colectivos los que reclamaron que la princesa tenía que ser lesbiana.

Elsa no será lesbiana en Frozen 2

Y aquí se acaba toda la discusión. No habrá princesa de hielo lesbiana en Frozen 2. O por lo menos eso es lo que ha dicho a los medios de comunicación uno de los integrantes del departamento de composiciones musicales de la peli de dibujos animados, Kristen Anderson -López.

En sus declaraciones, Anderson dijo que Elsa no será el primer personaje de Disney que es abiertamente homosexual. Además, también dice que desde el estudio no es la intención mostrar el amor como algo romántico. Lo que se busca es hacerlo ver como un poder con el que crecer, madurar y encontrar tu sitio. También dice que con el amor se pueden encontrar respuestas.

Rumores

Además de la canción de Frozen Let It Go, que ha sido adoptada como himno por el colectivo, hay más cosas que fomentaron ese rumor: el hecho de que en los trailers de la película apareciese un personaje femenino nuevo, del que se especulaba, sería la novia de Elsa.

A raíz de estos rumores, hubo una fuerte presión de ciertos grupos que pedían que Elsa fuese lesbiana abiertamente, e incluso crearon el hashtag para las redes sociales #GiveElsaAGirlFriend. Este hashtag fue tendencia en todo el mundo gracias al impulso de GLAAD, un grupo que ya había denunciada que en las 11 pelis de Disney en 2015 no hubiera un personaje LGTBI.

La reacción contraria

Como en todos estos movimientos, hubo una fuerte reacción los que defendían la pureza de la familia. Y argumentaban que este tipo de relaciones tan visibles en los personajes infantiles dañaban a los pequeños porque mostraban un amor que no es natural. Esto merece un capítulo aparte, pero bueno.

A tal fin, han sido más de 350.000 personas las que forman parte de la asociación pro derecho a la vida CitizenGo. Esta inició una campaña hace 3 años para convencer a Disney que ignorara esta petición. También pide que mantenga los valores originales de la compañía.

Por si esto fuera poco, este mes de junio la asociación ha lanzado otra campaña para no destruir la inocencia de los más pequeños haciendo a Elsa lesbiana en Frozen 2.

Pero esta demanda de los pro-vida se extiende no solamente a las películas, sino a todo los materiales de la factoría. Según afirman sus responsables, estas demandas están alineadas con la ideología de género y con el adoctrinamiento. Y esas prácticas no están en absoluto en el ADN de Disney.