La bifobia en la comunidad LGTBI es una realidad. Tristemente existe, en mayor o menor grado, y no son pocas las personas bisexuales que la han experimentado en algún momento de sus vidas. Cualquier lectora bisexual podrá confirmarlo. Se da incluso en las aplicaciones de ligue para lesbianas, donde algunas usuarias deciden cortar el contacto en cuanto se enteran que la otra es bisexual. Algunas chicas lo expresan directamente: “no me gustan las bisexuales” o consideran que no tienen cabida en una app de este estilo.
Hace poco, la organización LGTB Stonewall, con sedes en Reino Unido, decidió destacar y denunciar públicamente las actitudes bifóbicas existentes en la propia comunidad LGTBI. Ruth Hunts, la directora de la asociación, afirma que es una problemática muy real. Las cifras lo confirman: el 27% de las mujeres bisexuales y el 18% de los varones bisexuales han experimentado algún tipo de bifobia.
Bifobia en la comunidad LGTBI
Muchos de ellos acuden a la organización para expresar la preocupación por la hostilidad que reciben. Es posible que se deba a una mala reacción por lesbianas y gays, que sienten algo de ansiedad por considerar que las personas bisexuales realmente no lo son y no pertenecen a la comunidad. Esta es una postura ofensiva, estigmatizada y estereotipada según la cual una persona bisexual no termina de decantarse en un lado o en otro. Por desgracia es un punto de vista bastante común y que lejos de disminuir, se continúa perpetuando. Este es el motivo de que más del 30% del colectivo bi, no llega a salir del armario en el entorno familiar. Una cifra que sorprende, si la comparamos con el 10% de los homosexuales que se mantienen en el armario.
Katie Salmon es una chica que participó en un reallity televisivo británico llamado Love Island. Allí se enamoró de una de las concursantes, Sophie Graydon. A su salida, se sentía inquieta por forma en la que el público y su familia iban a reaccionar. Sin embargo, según informó a la BBC News, lo que más le dolió fue la discriminación bifóbica que recibió por parte del colectivo LGTBI. Tuvo que soportar insultos como que era una heterosexual mentirosa que utilizaba una relación lésbica para obtener publicidad. También la acusaron de ser una lesbiana incapaz de definirse como tal por cobardía. Kattie contaba que sentía que todo el mundo dudaba de su orientación sexual, y le molestó profundamente no obtener apoyo de su propia comunidad. Una actitud que además no solo repercutió en ella sino que pudo haber afectado a los espectadores bisexuales que se estaban planteando su salida del armario.
Machismo encubierto
La bifobia en la comunidad LGTBI existe, pero por supuesto también en la población heterosexual. Entre los hombres, se da la idea de la bisexualidad en las mujeres es algo puramente sexual, una forma de entretenerles y excitarles. Enseguida surge la idea de que si a ambos les gustan las mujeres, obviamente podrán hacer un trío. La misma cadena, BBC News, traía también la historia de Lewis Oakley, un joven que a los 19 años tuvo un novio y por ese entonces se movió en el ambiente gay entre los cuales hizo muchos amigos. Al cabo de un tiempo inició una relación con una chica y todo cambió. Muchos de sus amigos gay se lo tomaron como una traición, y algunos de los amigos de su novia, le decía que tenía que dejarlo porque en realidad era gay. Los amigos de Oakley llegaron a burlarse en su grupo de whatsapp tras haberle visto besándose con una chica.
En el caso de los varones bisexuales, se cree que están en proceso de ser gays. En el de las mujeres, la idea es de que están fingiendo o simplemente, pasando el rato. El machismo está presente incluso en el prejuicio bifóbico, al entender que al hombre bisexual en realidad le gustan los hombres y a las mujeres bisexuales también.
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