El porno lésbico se sitúa a la cabeza de las búsquedas en Google a la hora de ver vídeos porno. Esto es algo que tergiversa por completo las relaciones entre mujeres y Francia ha decidido actuar. Detrás de la palabra lesbiana, el primer buscador del mundo arroja resultados escalofriantes.
El término lesbiana se asocia al porno
La forma en que los motores de búsqueda promueven ciertas palabras y mensajes tiene un impacto muy poderoso. Con más de 63. 000 búsquedas por segundo, Google es una fuente increíblemente influyente, haciendo millones de conexiones entre personas y sitios web cada día.
Pues bien, a principios de este año, la consultora francesa de comunicaciones Fanchon Mayaudon-Nehlig y su esposa comenzaron a hacer campaña contra una anomalía particular de Google, que se producía cuando se buscaba el término lesbiana. Debido a los algoritmos existentes en ese momento, los resultados fueron dominados por sitios pornográficos.
En abril, Mayaudon-Nehlig decidió crear un grupo activista llamado “SEO Lesbienne” para combatir el algoritmo. La consultora creó el hashtag #SEOlesbienne en Twitter en abril, después de que su esposa, Louise, le hizo saber que no se sentía cómoda usando la palabra lesbiana en público. Esta incomodidad se debía principalmente a que este término se asocia inmediatamente al porno lésbico.
La campaña ganó fuerza online y en la prensa francesa, así que #SEOlesbienne decidió contratar a expertos en optimización de motores de búsqueda con el objetivo de hackear el SEO para la palabra ‘lesbienne’, lesbiana en francés.
Tanto fue el éxito de la campaña, que el pasado nueve de agosto, Google anunció que había cambiado su algoritmo para que las búsquedas del término lesbiana o lesbianas, proporcionaran resultados más representativos.
Desde entonces, los resultados de la búsqueda han comenzado a cambiar. Sin embargo, debido a que el cambio se encuentra todavía en sus primeras etapas, según el punto de venta, el contenido pornográfico todavía puede aparecer.
La sexualización del lesbianismo
Según Mayaudon-Nehlig, la campaña puso de relieve la sexualización del lesbianismo y la tergiversación de la sexualidad de las mujeres. Esto no ocurre con los hombres, pues el porno gay se vende a hombres gays. La palabra lesbiana, en cambio se ha convertido en una etiqueta en sitios pornográficos comercializados por y para hombres heterosexuales.
La palabra lesbiana, no pertenece a la industria del porno. Las lesbianas nada tienen que ver con el porno lésbico que tanto consumen los hombres heterosexuales. Este término, pertenece a las lesbianas, nadie más debería usarlo con otros fines, y menos aún pornográficos.
De hecho, cuando se buscan otras palabras, como gay o trans, Gooble arroja páginas informativas, no pornográficas. Esto no es más que otra muestra de la sexualización y cosificación del cuerpo femenino, en este caso de las lesbianas.
Esto ha estado funcionando así por mucho tiempo, por lo que la palabra lesbiana se asocia en la mayoría de los casos al porno lésbico. No tenéis más que hacer una búsqueda en Google para comprobar de qué hablamos. Esto además ocurre en todos los idiomas, por lo que el vicepresidente de calidad de Google está desarrollando algoritmos que modifiquen estos resultados.
Desde aquí, gracias a Mayaudon-Nehlig y a su esposa Louise por crear esta campaña y diferenciar el porno del lesbianismo.
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