La primera astronauta lesbiana se llama Sally Ride.  Es sabido que en el ejército estadounidense se solía emplear una expresión que decía algo así como “no preguntes, no cuentes”. Esta frase hacía alusión a la orientación sexual no hetero y se insinuaba que lo correcto era mantenerse en el armario. De esta forma pasó Sally casi toda su vida, quien fue una científica americana muy destacada, que ha pasado a la historia por ser la primera mujer de su país en viajar al espacio. 

Sally Ride, la primera astronauta lesbiana 

¿Pero qué más sabemos de Sally Ride? Nació en 1951, en Los Angeles. Cuando era adolescente se desarrolló y destacó en el deporte del tenis hasta el punto de que asistió a diversas competiciones como representante de su estado. También desde joven comenzó a presentar interés por el ámbito de la ciencia y finalmente cuando llegó a la universidad, decidió estudiar física en Standford. 

Un día estaba desayunando y hojeando el periódico y vio una noticia donde se informaba de que la NASA estaba comenzando a contratar a mujeres. Así que Sally se alegró mucho y ese mismo día envió su solicitud par formar parte del equipo que se estaba reclutando para una expedición en el espacio. 

No fue nada fácil, pues la primera astronauta lesbiana tuvo que competir con más de ocho mil candidatos. Pero ella fue una de las elegidas entre otras seis mujeres aspirantes. Una vez reclutada, su brillantez la hizo destacar y tuvo un papel fundamente en la creación del primer brazo robótico que tendría la estación espacial. También fue elegida como la persona responsable para comunicarse desde la Tierra con los astronautas que se encontraban en plena misión espacial. 

Machismo y homofobia

Al final, en 1982, cuando llevaba varios años preparándose, al fin Ride subió a la nave que la llevaría al espacio. La misión fue todo un éxito y la repercusión de contar con una mujer en el equipo enviado fue grande e internacional. Pero como siempre, los comentarios machistas no faltaron tampoco. 

Antes de abordar la misión Sally Ride participó en una rueda de prensa y uno de los periodistas le preguntó si se ponía a llorar cuando una situación se ponía complicada. Ella respondió, con incomodidad que por qué no les hacía esa misma pregunta a sus compañeros varones. 

Sally Ride,  la primera astronauta lesbiana, tuvo una relación estable y duradera con Tam O’Shaughness. Se conocían ya desde niñas, cuando competían juntas en distintos partidos de tenis y se hicieron amigas. Un día, sus caminos se distanciaron porque ambas se mudaron a estudiar a distintas ciudades, pero tiempo después se reencontraron y retomaron su amistad. Fue en 1985 cuando dieron un paso más y comenzaron una relación amorosa que fueron capaces de mantener a pesar de la distancia. 

Lo más triste es que Sally no pudo nunca vivir su amor libremente y tuvo que mantener su relación en secreto durante toda su vida. En 2012, tras el fallecimiento de Sally Ride, el gobierno, al mando de Barack Obama, le  concedió el reconocimiento a la libertad. Fue Tam, su pareja, quien acudió a la ceremonia para recibirlo en su nombre.