Tener un amor de verano es una experiencia bonita e inolvidable. Si no tienes ataduras sentimentales (o tienes un acuerdo con tu pareja), y te vas de vacaciones, no te prives de vivir una aventura estival. ¿Quieres más motivos para lanzarte a un romance pasajero?
Tener un amor de verano es libertad
Un amor de verano es la mejor representación del amor libre, ya que se asume que durará lo que dure y no existen presiones, se vive el día a día y exigir al otro un mayor compromiso que disfrutar del momento. Quizá todas las relaciones deberían ser así, ¿no crees?
Disfrutar de la naturaleza y aire libre
El verano es la mejor época para salir a la calle, remolonear en la playa, nadar, hacer picnics, pasar la tarde en terrazas y la noche en el cine de verano. Estas son un montón de actividades de ocio perfectas para compartir en pareja, sin preocupaciones ni obligaciones, solamente con el propósito de pasarlo bien.
Harás cosas que no sueles hacer
Probablemente en tu día a día, prefieres salir con personas con intereses parecidos a los tuyos. Pero un amor de verano suele surgir en un entorno diferente y probablemente te aportará propuestas de diversión diferentes a las habituales. Tal vez esta chica sea una loca de la escalada y tu no hayas pisado un rocódromo en tu vida, ¿por qué no dejarse iniciar? O viceversa. Imagina que tu estás tomando clases de guitarra y tu ligue no sabe ni con que mano se sujeta el mástil, ¿por qué no enseñarle algún acorde? Este intercambio puede ser muy enriquecedor.
Te ayuda a olvidar el mal de amores
Si has vivido una ruptura reciente, tener un amor de verano puede ser un buen antídoto para no darle tantas vueltas y disfrutar de los días de vacaciones si ese sentimiento de decepción que puede ser tan difícil. Además te subirá la autoestima. Ojo, esto no quita que tengas que hacer tu trabajo emocional de superación.
El final no es tan duro
Cuando ambas sabéis que con el fin del verano os tendréis que separar, la despedida será menos dolorosa, aunque es posible que haya alguna lágrima. El ser conscientes de la brevedad de vuestra aventura, hará que exprimáis el tiempo a tope y cada momento sea mucho más intenso.
Crea recuerdos imborrables
Piénsalo, no habéis pasado por crisis, no os habéis conocido en situaciones de dificultad, todo ha sido bonito, divertido, relajado y sexy. Todo esto habrá construido una historia muy hermosa para recordar con cariño y nostalgia.
Y quien sabe…
Si todo ha funcionado tan, tan bien que os apetece prolongarlo al otoño y al resto de estaciones, ¿quién sabe si puede transformarse en una relación duradera a largo plazo? Solo vosotras decidís si queréis intentarlo o quedaros en la memoria de la otra como un amor de verano.
Los amores de verano son experiencias muy bonitas que vivir, basadas en la complicidad, en la espontaneidad y en el puro hedonismo. ¿Te gustaría compartir tu historia de amor estival?
Ningún Comentario