Tener un padre homofóbico (empleando aquí el masculino genérico) puede provocar un daño muy difícil de reparar e incluso irreparable. Todo hijo necesita el amor y el apoyo incondicional de sus padres, responsables de la construcción sana de su autoestima. De esto dependerá la capacidad para afrontar problemas, tomar decisiones apropiadas y en definitiva, el bienestar emocional y la felicidad vital.

¿Eres un padre homofóbico?

En muchos casos, una persona puede tener rasgos o comportamientos homófobos sin ser consciente del daño que puede causar en sus allegados, en este caso sus hijos. Por esto es tan importante identificar algunas señales para saber si eres un padre homofóbico. 

Negarlo

Negar que tu hijo es LGBTI alegando que a lo mejor no lo tiene claro, que es una fase, que ya se le pasará, etc. es un atentado directo a la identidad de esa persona. Negar su orientación sexual es rechazar a tu hijo, ya que forma parte de lo que es en su totalidad. 

Hacer comentarios LGBTIfóbicos delante de tus hijos

Estás viendo la tele y se te ocurre una crítica contra alguna persona que representa a este colectivo. O haces algún chiste que les ridiculiza. El hijo que te esté escuchando se va a sentir insultado de forma indirecta y asumirá que su orientación es objeto de rechazo por parte de sus padres. Esto suele provocar daños en la autoconfianza y la autoestima, dos aspectos fundamentales para desenvolverse durante la vida. 

Concertar citas hetero

Algunos padres tratan de hacer que su hijo o hija tengan citas con personas del sexo opuesto, a pesar de saber que es homosexual. De alguna forma piensan que pueden hacer que su retoño vuelva al redil de la heterosexualidad, sin darse cuenta de que esto, además de absurdo, es una gran falta de respeto. 

Tomarlo como un fracaso

Sí, algunas personas aún no se han enterado de que la orientación sexual nos viene predefinida y que no es un gusto adquirido como quien le coge el gustillo a comer pasta carbonara, cuando antes prefería la boloñesa. Además, formar parte de la comunidad LGBTI no es algo malo, ni una desgracia, sino un rasgo más de las características particulares de una persona. 

Llevarlo a una terapia de conversión

Si tomas esta decisión no solo eres un padre homofóbico, sino que además estás promoviendo el maltrato. No hay nada peor para una persona gay que someterla a una de estas “terapias” ya que los traumas que se generan en estos centros, requerirán probablemente años de terapia de verdad. 

Presionar para que sea madre o padre

También hay padres cuya primera preocupación es la descendencia de su hijo homosexual y lo utilizan como chantaje emocional para forzarle a que mantenga una relación heterosexual. 

Rechazar a su pareja

Cierto que a los padres no siempre tiene que agradarles la pareja de sus hijos. Pero si este rechazo viene provocado porque es una persona de su mismo sexo, es un rechazo que incluye también a tu hijo. Y aunque trates de negarlo, él lo sabrá. 

Hacer oídos sordos

Suena raro pero ocurre. Algunos padres homofóbicos (o que van a necesitar más tiempo para asimilar la noticia), reaccionan ignorándolo todo, como si jamás hubiese pasado. Algo así como “papá, mamá, soy lesbiana”, “¿y que tal si hoy pedimos pizza?”. Ignorar las palabras de alguien que te está confiando algo muy importante, es muy confuso y doloroso. 

Impedir que se exprese

Una vez que se ha asumido la orientación homosexual de la hija o el hijo, algunos padres pasan por la etapa (o se quedan en ella) de “que no se note”. Y esto incluye limitar determinadas formas de expresión para que el retoño encaje al menos en los roles de género. Sin embargo, impedir que una persona se muestre al mundo tal y como le nace de dentro, también es una forma de rechazo. 

Esperamos que este pequeño listado te ayude a revisar algunas actitudes que, sin pretenderlo, pueden resultar profundamente hirientes. Lo único que hay que hacer, si tienes un hijo LGBTI es darle soporte y apoyo siempre que lo necesite y cerrar filas con él para combatir cualquier signo de rechazo o discriminación.