La historia de Amina comienza el día que nació, en Argelia, un país en el que por ser mujer tienes derechos limitados. Pero además es lesbiana, lo que estuvo a punto de costarle la vida, a manos de su propia familia. Por suerte Amina huyó a España donde al fin puede ser feliz. Además va a casarse con su novia. 

La historia de Amina

El verdadero drama empezó cuando Amina, a sus 20 años, le confesó a una compañera de trabajo que se sentía atraída por ella. Su valentía casi le cuesta la vida, ya que a raíz de esto la noticia corrió y llegó a oídos de su familia. Entonces la vida y la historia de Amina dieron un giro al infierno. Ante su confesión, la compañera le dio un bofetón y decidió ir a contarle al hermano de Amina que era lesbiana. 

Entonces su madre le ordenó que acudiese a casa de su hermano mayor donde fue sometida a un duro interrogatorio en el que ella lo negó todo. Pero entonces él reviso entre sus cosas y encontró su diario personal donde Amina expresaba sus deseos más secretos.  En ese momento se desató la locura, toda la familia se enfureció y su hermano y su madre hablaron en cierta ocasión de matarla.

En Argelia, el nacimiento de una niña ya es de por si motivo de vergüenza y disgusto para la familia. Siempre se presupone que va a hacer algo malo. Es algo cultural que está impreso en la mentalidad de sus gentes. Si además eres mujer y lesbiana, tu vida se convierte en una pesadilla. Es relativamente frecuente que se den palizas a los gays en la calle y presuman de ello en las redes sociales. Humillar y pegar a un homosexual es algo normalizado y positivo. Las mujeres, al estar más ocultas por su propia condición de mujer, están un poco más a salvo en ese sentido. Si no, las matarían directamente. Todo esto lo cuenta la misma Amina de primera mano. 

Final feliz

Cuando regresó a casa de su madre, ella le digo que merecía la puerta por ser lesbiana. La recluyeron en casa, sin móvil y sin contacto con el exterior y ante tanto maltrato, trató de suicidarse, cortándose las venas con un cuchillo. Su madre la encontró a tiempo y la llevó al hospital. Desde ese momento la dejaron volver al trabajo pero controlada desde cerca. Pero en realidad no regresó al trabajo sino que tomó algunas cosas personales, un poco de dinero y se fue hasta Argel en taxi. 

Durante seis meses estuvo desaparecida pero regresó a su casa al enterarse de que su madre había enfermado a causa de su huida. Fue obligada a casarse con un hombre por guardar las apariencias. Su marido no la trataba mal, sin embargo ella no era feliz. Al final consiguió convencerle de que se marchasen ambos del país y vinieron a España con un pasaporte falso. Ella consiguió quedarse pero él fue deportado a Argelia.

Y al fin la historia de Amina comenzó a ser feliz. Su marido solicitó el divorcio y ella se sitió al fin liberada. El año pasado conoció a su chica con la que se casará a finales de este año. Amina reconoce que aún es capaz de hablar abiertamente de su orientación sexual, después de 34 años negando ser lesbiana.