El arte shibari es una especie de erotismo artístico que le da gran importancia a lo visual. Es una práctica que proviene de Japón y hoy día es una práctica sexual popular en otras partes del mundo, solo apta para las más atrevidas. ¿Qué es exactamente y como se práctica?
¿En qué consiste el shibari?
El shibari está relacionado con el bondage, es decir, la inmovilización del cuerpo de la pareja sexual. Shibari significa en japonés “atadura” y es un tipo de bondage que se caracteriza por seguir técnicas y nudos específicos para crear un diseño estético. Se utilizan cuerdas de fibra natural. Por eso estas ataduras son casi un arte que despierta el interés cada vez en más parejas. Tiene algo de inquietante y mucho de erótico pero es mucho más que eso. Se trata de una forma de comunicación en la que la persona atada muestra su vulnerabilidad y expresa una gran confianza hacia la pareja.
Las cuerdas se van disponiendo alrededor del cuerpo, haciendo nudos y giros que crean un intrincado dibujo y presionan en determinadas zonas del cuerpo. Una vez que se ha inmovilizado todo el cuerpo, se empiezan los juegos, como masajes, penetración, sexo oral, spanking, etc. La persona que está atada, se encuentra a merced de su pareja y totalmente expuesta y vulnerable, lo cual hace que se centre por completo en el placer que le están proporcionando.
El antiguo origen del arte del shibari
El origen concreto del arte del shibari se encuentra en Hojōjutsu, un arte marcial practicado durante muchos siglos que consistía en atar a los prisioneros con una cuerda. Con el tiempo adquirió un significado erótico, a finales del siglo XIX y principios del XX. Está técnica se ha vuelto tan popular que algunas personas han adquirido tal experiencia y profesionalidad que se han convertido en celebrities de este tipo de prácticas. Pero tampoco es necesario alcanzar un gran nivel de refinamiento estético, las versiones de principiantes también pueden ser suficiente para experimentar en casa.
El juego de las ataduras está relacionado con la fantasía de ser sometido y dominado por otra persona. Es un juego de roles que no tiene por qué responder a la fuerza de carácter en otros ámbitos de la vida. Alguien tranquilo o tímido puede convertirse en un dominante imaginativo. Mientras que una persona temperamental, puede disfrutar de dejar someterse. Por otra parte el shibari da lugar a posiciones diferentes y se puede jugar con azotes, mordazas, vendas en los ojos, cambios de temperatura o juguetes sexuales. La opciones son muchas.
Por supuesto hay que tomar algunas precauciones para que el arte del shibari no se convierta en algo peligroso. Los nudos tienen que tener la presión adecuada para que no dejen marcas y que no haya riesgo de que corte la circulación. No se debe atar sobre las articulaciones ni tampoco en el cuello. Se recomienda usar cuerdas de fibras suaves y tener unas tijeras cercas para cortar la cuerda rápidamente por si la pareja se agobia, hiperventila o siente calambres.
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