En pocos días han saltado a los medios tres gravísimas agresiones homófobas que nos han puesto los pelos de punta. La más impactante ocurrió la pasada Navidad, aunque es ahora cuando hemos conocido las terribles consecuencias.
Una brutal paliza
La víctima se llama Jeff, quien salió a divertirse con sus amigos para celebrar que habían terminado las clases y al fin llegaban las vacaciones de verano en el hemisferio sur. El incidente tuvo lugar en Brasil, un país cuyo reciente presidente, Bolsonaro, destaca precisamente por su discurso de odio. Recordemos que llegó a afirmar que prefería que su hijo muriese a que fuese gay. Pues Jeff se encontraba celebrando en un bar y marchó al baño pero sus amigos comenzaron a preocuparse porque tardaba demasiado en regresar. Lo buscaron por todo el local pero no lo encontraron. Fue al salir cuando vieron a Jeff, completamente desnudo, tirando en el suelo y empapado en sangre. Le dieron una brutal paliza que le estuvo un mes en coma con lesiones en el cráneo, el cerebro y los pulmones.
Hace tan solo unos días que fue dado de alta en el hospital de Olinda, estado de Pernambuco. El peligro de muerte pasó y Jeff ya puede regresar a casa. Pero su vida ha quedado destrozada y jamás volverá a ser el mismo. Se encuentra en estado vegetativo, tiene que alimentarse por sonda, no puede moverse, ni hablar y tiene una traqueotomía para poder respirar. Por mucho que se hablen de derechos, de adopción, de matrimonios, la realidad es que aún sigue existiendo una profunda homofobia. Las personas LGBTI no están seguras en la calle. Las agresiones homófobas se suceden a diario, en todas partes del mundo.
Londres y Barcelona
El pasado marzo, en Londres, una pareja de mujeres, también recibió una paliza dentro de un autobús. Ambas volvían a casa y un grupo de cuatro hombres comenzaron a increparlas y a hacer gestos y comentarios obscenos. Les ordenaron que se besaran para observarlas y cuando ellas se negaron, se les lanzaron encima y les pegaron hasta dejarlas inconscientes. Una de ellas subió una foto a su Instagram donde se veía a la pareja cubierta de sangre.
Y en los últimos días, hemos sabido de una más de la ola de agresiones homófobas que ha brotado en nuestro país. Esta vez en Barcelona. Dos jóvenes estaban tranquilamente sentados en un banco en la calle y sin más, un grupo de siete personas les acorraló y comenzaron a golpearles. Pudieron escapar y acudieron a la Guardia Urbana. Los agresores fueron denunciados pero aún no se les ha identificado. Uno de los jóvenes, Xavier, hizo público el incidente en sus redes sociales junto a una foto de su cara ensangrentada.
No pretendemos alarmar, pero es importante destapar todos los casos de violencia homófoba, para que la sociedad sea consciente de la realidad del colectivo LGBTI. Todavía es peligroso darse un beso en público, así que no nos digan de los derechos ya son igualitarios o para cuando un día del orgullo hetero.
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