Una nueva película sobre el deseo lésbico llega al festival de Cannes, se llama Portrait of a Lady on Fire, y compite por la Palma de Oro. La cinta promete, no solo porque ya es una de las favoritas, sino por lo bien dirigida e interpretada que está.

Explorando el deseo lésbico

La directora de Tomboy, la francesa Céline Sciamma, tiene un estilo propio, y lo ha demostrado ya con otras películas premiadas. Su primer film, Naissance des pieuvres, ganó como la mejor ópera prima en el 2008 en Premios César. Su segunda película, quizás más famosa, Tomboy, compitió y recibió también reconocimiento en el Festival de Cine de Berlín.  Su penúltima cinta, Bande de filles, se proyectó en Toronto y Sundance. Con esta imparable trayectoria, la directora, tiene todas las papeletas para triunfar en Cannes.

Pero vayamos a la película que nos ocupa, en Portrait of a Lady on Fire, Sciamma explora el deseo femenino, más concretamente el deseo lésbico. Para ello, nos traslada a finales del siglo XVIII, donde una pintora de la Bretaña francesa tiene un encargo de trabajo. La pintora, interpretada por Noémie Merlant, tiene que hacer un retrato de un matrimonio acomodado. La integrante femenina de este matrimonio concertado, llevado a la pantalla por Adéle Haenel, no está muy conforme con su situación. Entre ambas, poco a poco va surgiendo el deseo y la atracción.

Lo magistral de esta película es cómo la directora va dando a conocer a Héloïse, la dama acomodada. Esto lo hace a través de primeros planos de partes de su cuerpo, mientras la pintora (Marianne), va despertando a una fuerte atracción por ella. El acercamiento entre ambas es inevitable, y la tensión sexual está garantizada.

Por otra parte, la cinta también reflexiona acerca de la situación de la mujer en su contexto histórico. Héloïse ha sido obligada a casarse en un matrimonio concertado por la madre de ésta. Su voluntad poco tiene que hacer ante tal situación, pues la mujer en aquel siglo apenas si tenía derechos. Al mismo tiempo, el deseo lésbico se muestra como algo totalmente ilícito, con estos ingredientes, se construye un drama digno de disfrutar.

Las protagonistas de la película

Para llevar al cine esta historia escrita y dirigida por Sciamma, la directora escogió a Noémi Merlant para el papel de Marianna. Esta actriz francesa de cine y teatro, es también cantante y directora. Su trayectoria profesional comienza como modelo en París, Milán, Nueva York y Tokio, y en el 2008 debutó como actriz. Desde entonces no ha parado, y está considerada como la gran promesa del cine francés.

Por su lado, Adèle Haenel, que ya ha obtenido dos premios César, además de una gran actriz es todo un cerebrito. No contenta con triunfar en el cine, es licenciada en Economía y Sociología y también en Físcia y Biología Marina. Además, la actriz es la novia de la directora, a la que le dedicó el César a Mejor Actriz en el 2014.

Estamos deseando poder ver esta película intimista y feminista, para disfrutar de toda la belleza que trasmiten tanto las actrices como la historia en sí misma.