Todo parece indicar que Cuba es un destino gay friendly, al menos así se han vendido de cara a la comunidad internacional. Los hechos, sin embargo, dicen todo lo contrario, represión, falta de derechos y miedo generalizado.
Detenidos en la manifestación del colectivo LGTB cubano
A los 400 metros del inicio de una marcha no autorizada del colectivo LGTB, la policía cubana ha detenido su marcha. Esta marcha alternativa, se realizó como protesta por la no celebración de la marcha oficial. Esta última, conocida como la conga, debía haberse celebrado a principios de mes. Sin embargo, el gobierno cubano decidió cancelar la conga, por lo que los cubanos convocaron, a través de las redes sociales una nueva marcha.
El resultado de esta iniciativa fue de tres detenidos y la suspensión de la misma apenas había comenzado. También se registraron otros actos de acoso policial en otras ciudades, además de en La Habana. Lo que indica que el lavado de cara de la política cubana no es más que un teatrillo.
Prueba de lo anterior es que el Cenesex (Centro Nacional de Educación Sexual), decidió no celebrar este año la conga, debido a tensiones regionales e internacionales. Su directora, Mariela Castro, la que fuera defensora de los derechos del colectivo LGTB, ahora es su represora.
En los últimos quince años, Cuba ha vendido la imagen de destino gay friendly, sin embargo, esto queda lejos de la realidad. Como prueba de ello, está el hecho de haber aprobado una nueva constitución en febrero, que no contempla el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esto nos hace pensar que lo de Cuba, no es más que una campaña de marketing bien estudiada para atraer al turismo LGTB.
Mariela Castro, ¿defensora del colectivo LGTB?
Si hasta ahora, Castro se había dado a conocer como una firme defensora de los derechos del colectivo, ahora recula en sus posiciones. Según la diputada y sexóloga, la marcha alternativa no fue más que show, en el que Estados Unidos está detrás. El hecho de que la prensa internacional cubriera el evento, hace pensar a Castro que esta marcha ha sido una maniobra política de su eterno rival.
Sea como fuere, que detuvieran y golpearan a varios participantes en busca de los organizadores, no se justifica. La violencia policial nunca es una buena alternativa, menos aun cuando se trata de una marcha pacífica. Si realmente Cuba es un destino gay friendly, estos hechos no habrían ocurrido.
Esta es la conclusión que han sacado los medios internacionales, así como la Fundación Cubana por los Derechos LGTBI, con sede en Madrid. Si un estado reprime con la violencia las manifestaciones de diversidad, es que no hay voluntad política de respetar sus derechos. Como diría el refrán: para prueba un botón.
Esperemos que Castro tome nota de este incidente para que no vuelva a repetirse. Si quiere vender una imagen de su país como destino LGBTI, tendrá que pensar en cambiar su estrategia política.
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