Morir por ser homosexual es algo que ocurre en algunos países. La asociación más importante para la defensa de los derechos del colectivo LGTBI publica cada año el mapamundi de la homofobia.
El mapamundi anual de ILGA
Esta organización, la ILGA, la Asociación Internacional de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales, ha difundido también este año un mapa en el que se muestra que son 70 los países donde ser lesbiana o gay es ilegal e incluso está castigado con penas de muerte. Cada año, disminuyen los sitios donde la homosexualidad es perseguida, y aparecen nuevas amenazas, como la subida al poder de líderes abiertamente homófobos.
En este informe actualizado han desaparecido del mapa de la vergüenza, India, Angola y Trinidad y Tobago. A la legalización del matrimonio igualitario se han sumado Alemania, Austria, Malta y Australia. Son ya 26 los países en los que los derechos se han equiparado. Lo que no significa que haya desaparecido la homofobia.
Otro punto que destaca la ILGA es que 9 países han decidido incluir una mención explicita en su constitución recalcando que la orientación sexual no ha de ser motivo de discriminación. Entre esos países se encuentra Ecuador, Bolivia, Portugal y Sudáfrica. Este último es una excepción en materia de igualdad en un continente especialmente duro para las personas LGBTI. El exhaustivo trabajo de ILGA tiene más de 500 páginas. Se revisan todas las legislaciones de los países miembros de la ONU. Esta es ya la 17ª edición y se presenta cada año en la reunión de la federación.
Morir por ser homosexual
Lamentablemente, el riesgo de morir por ser homosexual, no ha descendido con respecto al informe anterior. Son seis los países en los que se condena con penas de muerte. Sudán, Irán, Yemen, Arabia Saudí y algunos estados de Nigeria y Somalia. En algunos casos la homosexualidad también puede ser castigada con la pena capital. Como en Emiratos Árabes, Catar, Mauritania, Pakistán y Afganistán. Irak, tiene una ley ambigua al respecto. Aunque ya ha desaparecido de la lista de la infamia, sí criminaliza y persigue a los homosexuales. Se amparan en otras leyes como la de escándalo público, prostitución, adulterio, etc.
En 26 países las condenas van desde 10 años de cárcel hasta cadena perpetua. En 31 naciones las penas pueden ser de ocho años. Como resumen de todas estas cifras se concluye que en uno de cada tres países es arriesgado salir del armario.
Homofobia amparada por la ley
La prisión y muerte son las situaciones más extremas que se aplica con las leyes desde el poder. Se calcula que en 32 países se han impulsado medidas con el objetivo de controlar la libertad de expresión y en 41 se imponen obstáculos a la legalización de organizaciones LGBTI, exponiendo a un gran peligro a los propios activistas.
La situación de Chechenia es especialmente crítica. En este país se han realizado purgas contra los homosexuales, dando vida libre a persecuciones, torturas, detenciones e incluso varias muertes. Presidentes como Donald Trump o Jair Bosonaro, se han pronunciado como aliados contra la ideología de género y a favor de lo que ellos consideran como familia tradicional.
Por supuesto, también se producen progresos, aunque más despacio de lo que quisiéramos. Las uniones civiles entre personas del mismo sexo están reguladas en 27 naciones y en 26 se reconocen estos matrimonios. 39 países castigan las muestras de odio y discriminación por orientación sexual y en 28 se permite la adopción por familias de gais y lesbianas.
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