El miedo al compromiso es algo cada vez más presente en las relaciones, lo que ocurre es que ahora está enmascarado. Es difícil hoy en día encontrar parejas que duren en el tiempo, y esto en parte se debe al miedo a comprometerse.

¿Qué entendemos por compromiso?

En primer lugar, lo que hay que aclarar es qué entendemos por compromiso, si el compromiso lo vives como una pérdida de libertad, obviamente no lo vas a querer. En este sentido, hay quienes entienden que el compromiso es firmar unos papeles y obligarte a estar con alguien. Otras personas creen que el compromiso es atarte a una persona o relación. Hay quienes piensan que comprometerse es como hacer una promesa que no se puede cumplir.

La cuestión es que hay muchas connotaciones negativas en la palabra compromiso. Pero el compromiso no es nada de lo anterior, ni siquiera es negativo. Comprometerse simplemente significa que quieres las más conquistadoras con alguien, y que vas a estar ahí para lo que haga falta. Comprometerse es sostener la relación cuando las cosas se ponen difíciles. No significa que has jurado estar con esa persona hasta la muerte, estarás hasta que haya amor en esa relación.

Pero ¿qué ocurre con las relaciones y con el amor?, pues en la sociedad actual se han transformado. Actualmente es más fácil encontrar una nueva pareja, que trabajar para salvar la que ya tienes. Es más cómodo, menos doloroso, sobre todo, no te obliga a trabajar en ti misma. Es más fácil sustituir un par de zapatos usados por unos nuevos que repararlos, pues así hacemos con las relaciones.

Ante este panorama de fast love, hay muy pocas personas que quieran comprometerse en una relación. Sí, existen relaciones, se tienen relaciones, quizás más que nunca, porque es fácil, sólo tienes que recurrir a una app para conocer a alguien. Pero, duran menos, y esto es así por el miedo al compromiso.

¿Por qué hay miedo al compromiso?

El miedo al compromiso en una relación viene de la falta de autoconocimiento y de falta de inteligencia emocional. Estas dos cosas, no nos las enseñan en la escuela, tampoco en la familia. Si queremos conocernos y saber gestionar nuestras emociones tenemos que trabajar, comprometernos con nosotras mismas.

No estamos acostumbradas a mirar para adentro y ver quiénes somos y qué queremos. Por eso, proyectamos nuestros miedos e inseguridades en los demás, de ahí que tengamos miedo al compromiso. Por supuesto, si no somos capaces de comprometernos con nosotras para crecer, menos aún podremos comprometernos con alguien más.

Esto le ocurre a la inmensa mayoría de las personas, es más, quienes más temen al compromiso son las más conquistadoras. Según Ciara Molina, psicóloga emocional, las personas que temen al compromiso suelen ser muy atractivas y conquistadoras. Tienen la necesidad de estar en pareja, debido a su carencia afectiva. Eso sí, una vez y la tienen, el miedo las lleva a romper la relación.

Para rematar el tema, hay quienes disfrazan el miedo al compromiso de poliamor, parejas abiertas, amor libre, etc., que todo eso está muy bien y lo celebramos. Pero ¿no será que hay mucha gente con miedo al compromiso oculta tras estas modas de liberación sexual?