El término feministas suscita reacciones de todo tipo, hay quienes se sienten cómodas con él, y hay quienes lo rechazan de plano. Esto es así porque el feminismo como tal engloba diferentes formas de vivir la lucha por la igualdad.
¿Qué significa ser feminista?
Según la definición de la RAE, el feminismo es: “el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”. Partiendo de esta definición, está claro que todas las mujeres deberíamos ser feministas, y no sólo las mujeres, sino también los hombres. Pero, ¿qué ocurre para que una mujer no quiera ser considerada feminista?, pues que el término no se ha entendido bien.
La palabra feminismo, además de servir para designar la igualdad de género, también se ha utilizado para definir un tipo de feminismo más radical. Esto es así porque dentro del movimiento feminista hay todo tipo de mujeres y todo tipo de puntos de vista. Tanto es así que engloba al feminismo radical, al institucional, al ecofeminismo, el ciberfeminismo y el transfeminismo entre muchos otros.
Por un lado, hay mujeres que consideran que los hombres no deberían participar de la lucha feminista. De otro lado, están las mujeres que creen que los hombres sí que tienen que estar presentes apoyándolas. Además, están quienes creen que el feminismo es igual al machismo, pero a la inversa. También están quienes creen que ser feminista pasa inevitablemente por ser lesbiana. Con toda esta confusión, hay muchas mujeres que no quieren que se las defina como feministas.
Entonces, ¿cómo arreglamos esto del feminismo para que se entienda?, pues sabiendo que ser feministas incluye a todo tipo de personas por más o menos que nos guste. Nadie tiene el derecho de decir qué es feminismo y qué no. En consecuencia, habrá feministas animalistas y ecofriendly, así como feministas radicales, y todas ellas forman parte de una lucha común.
La sororidad del movimiento feminista
Ahora que está tan de moda utilizar términos como sororidad, vamos a utilizarlo para hablar de cómo el movimiento feminista está haciendo ruido. Año tras año, hay cada vez más mujeres participando en las manifestaciones del 8M. Cada vez hay más mujeres accediendo a puestos de poder tanto públicos como privados.
Las mujeres se están concienciando y están empezando a ser muchas y más visibles en la lucha por la igualdad. Movimientos como el #Me Too o #Sexismodiario, han sacado a la luz el machismo aún existente en la sociedad en general. Todo este revulsivo, ha puesto al feminismo en el punto de mira, para bien y para mal.
Esta mayor visibilidad de las feministas (mujeres que luchan por la igualdad de género), hace que se hable de feminismo. Sin embargo, aún hoy sigue habiendo una mayoría de personas que piensan que ser feministas es malo.
Cuando se les pregunta a las personas en la calle, dicen que quieren la igualdad entre hombres y mujeres, pero no el feminismo. Eso es porque han malinterpretado la lucha feminista, y eso es así porque el mensaje se ha tergiversado. Por una parte, porque hay feministas que se han radicalizado, pero también porque la sociedad lo ha aprovechado para demonizar el término.
Sea como fuere, si todos y todas fuéramos feministas, la sociedad cambiaría a mejor para todos y todas.
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