La reina lesbiana que fue Ana Estuardo vivió en el palacio de Kensington hace ya 300 años. Allí vivió, amó y murió esta reina de Inglaterra que hoy día protagoniza el largometraje titulado La Favorita protagonizada por Emma Stone y Rachel Weisz.
Una reina lesbiana y un triángulo amoroso
La película ha ganado ya varios premios y nos cuenta la historia del conflictivo triángulo político y amoroso que mantuvo la reina, la duquesa de Marlborough, Sarah Jennings y la baronesa Abigail Hill. Entre ellas hubo tanta pasión como rivalidad y consiguieron revolucionar y escandalizar la corte de aquel tiempo.
Ana fue la última reina de la dinastía Estuardo y la primera que procedía de una familia plebeya, aunque muy ilustrada. Ana, sin embargo, no era culta, ni implicada en las tareas de su cargo. Prefería que fuesen los demás quienes solucionasen sus problemas, rasgo que aprovechó muy hábilmente la duquesa de Marlborough para lograr influir en los acontecimientos políticos del país. Sarah era tan astuta como bella y supo utilizar sus encantos para controlar a la apasionada Ana y así gobernar en las sombras. No se sabe si esta relación fue solamente platónica o llegó a consumarse en el plano físico, pero es más que probable que Ana estuviese enamorada hasta la obsesión de la duquesa. En ocasiones atravesaba el país para verla tan solo unas horas y le escribía a menudo cartas de amor y palabras eróticas.
Sin embargo Sarah perseguía el poder a través de la reina. La duquesa logró, gracias a su influencia, que se nombrase capitán general a su esposo, el duque de Marlborough, quien consiguió grandes victorias, muchas riquezas y un gran poder. Ana, ajena a todo esto, exigía de sus amistades compañía y entrega para pasear, jugar a las cartas y divertirse. La duquesa, aburrida de todo esto, introdujo a Abigail Hill una pariente sin recursos económicos, para que se hiciera cargo de los compromisos con la reina. Y Ana estuvo encantada con su linda nueva dama de compañía quien pasó a ser su favorita.
La traición y el chantaje
Obviamente a la duquesa le disgustó esta nueva relación por temor a perder su influencia sobre ella. Así que le advirtió que si la gente se enteraba del tipo de intimidad que tenía con Abigail y sus inclinaciones lésbicas, su reputación se vería arruinada por siempre. Un amigo de la duquesa incluso publicó una balada de escarnio sobre Ana. Narraba la relación “antinatural” que Ana mantenía con su “sucia camarera” y “puta de Estado”. La reina, cansada de esta guerra, decidió despedir a los Marlborough y sustituirlos por familiares y amigos de Abigail.
Sarah, furiosa, quiso cobrarse su venganza y acusó públicamente a la reina lesbiana de mantener sexo con Abigail. Escribió una autobiografía en la que aprovechó para sacar a la luz las cartas que la enamorada Ana le había escrito. Entonces chantajeó a la reina con su publicación, advirtiéndole que de salir aquello a la luz, probablemente perdería la corona. La reina pagó una buena suma para que Sarah le devolviese las cartas y las hizo desaparecer para siempre. La pobre Ana, llegó a dar a luz a 17 hijos y todos murieron durante la infancia. La reina falleció a los 49 años, víctima de la obesidad y una fuerte depresión. La pérfida duquesa, continuó siendo rica y poderosa y llegó a la vejez.
Si quieres ver en cine la historia de Ana Estuardo, la reina lesbiana, no te pierdas La Favorita de Yorgos Lanthimos.
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