La primera revista de lesbianas se llamaba Die Freundin (la amiga) y se estuvo publicando en Berlín desde 1924 hasta 1933. Más concretamente se publicaba en lo que se conocía como un damenklub o un club de damas, llamado Violetta. Allí, las mujeres de la ciudad se reunían para hablar de sus vidas. Si bien es cierto que la mayoría eran lesbianas, también había socias heterosexuales.

Die Freundin, la primera revista de lesbianas

Die Freundin se financiaba gracias a las suscripciones de las lectoras y corresponsales, aunque se mantenía principalmente por la “Liga por los Derechos Humanos”, una asociación homosexual que también publicaban su propias revistas gay como “Die Insei”, una publicación que mezclaba el erotismo y la política. Una organización que llegó a contar con 48.000 afiliados en los años 20. La primera revista de lesbianas fue, evidentemente, pionera en tratar temas que interesaban a las mujeres lesbianas alemanas. Era una publicación semanal y se tocaban cuestiones sobre política, educación, cultura local, sociedad y también tenía una apartado de relatos en el que podían participar mujeres de cualquier región del país. Aún más, hasta tenían una sección para personas travestis.

Die Freundin salía de Berlín y llegaba a muchos puntos del país. Algo que ayudó mucho a mujeres lesbianas que vivían en pequeños pueblos. La publicación también servía como red social de ambiente. Mujeres de distintos puntos geográficos pudiesen comunicarse y conectarse, a través del intercambio de debates, relatos eróticos, eventos culturales, clubs de lectura, etc. Otra sección importante en la primera revista de lesbianas era la de las cartas de las lectoras. Todas las lesbianas podían expresarse libremente y compartir cómo lograban establecer vínculos de forma clandestina.

Pionera en tiempos de represión

Recordemos que vivían en un contexto en que la libertad sexual quedaba restringida a unos pocos que podían acceder a carísimos burdeles y locales nocturnos. La mayoría eran hombres y unas pocas mujeres de la burguesía.

Después de la primera revista de lesbianas se comenzaron a publicar otras tres más: “Liebende Frauen”, “Frauenliebe” y “Garçonne”. A decir verdad, no todo fue tan fácil y bonito. “Die Freundin” tuvo algunos problemas de persecución y censura en la República de Weimar del momento. Bajo el amparo del artículo 175 del Código Penal más de 800 gays y lesbianas fueron apresados y tratados de perversos zoofílicos. En los años 1928 y 1929 el gobierno clausuró la revista con el apoyo de una ley que protegía a los jóvenes de la literatura obscena y de baja calidad. Sin embargo, hábilmente sus editoras siguieron publicándola bajo el nombre Ledige Frauen que significa Mujeres Solteras.

No cabe duda de que este tipo de publicaciones fueron las primeras que vieron la luz para reflejar la vida diaria, las pasiones y las preocupaciones políticas de muchas lesbianas a quienes les tocó vivir los albores del fascismo y el preludio de una guerra imperialista que intensificó la persecución a esta comunidad. Las lesbianas, aunque más invisibilizadas que el colectivo gay, han ido asumiendo un rol influyente en diversos momentos históricos. Y de esta forma fueron sentando precedentes y gestando las primeras asociaciones de gays, lesbianas y transexuales.