Ser lesbiana no tiene nada que ver con el porno, pero por desgracia, muchos consumidores de porno siguen buscando fantasías lésbicas. La pornografía continúa siendo un entorno machista que alimenta la violencia de género. Prueba de ello es identificar a las lesbianas con escenas de porno para hombres.
El porno y el patriarcado: éxito del término lesbiana
De todas es sabido que la industria del porno presenta una imagen distorsionada de la mujer. También de los hombres, pero sobre todo de la mujer, incitando a la violencia y a la discriminación en muchos casos.
Las películas porno colocan a la mujer en una situación de objeto sexual. Por su parte, los hombres aparecen como los protagonistas que dominan la escena para su propio placer. Sólo en algunos casos concretos se hacen películas porno feministas que respetan el papel de la mujer en esta industria.
Algunas pioneras como Amarna Miller, Nikki Hearts, o Jiz Lee reivindican una forma diferente de hacer pornografía. El resto del porno sigue creando películas encaminadas a satisfacer las fantasías masculinas. Dentro de estas fantasías el término lesbiana es uno de los más buscados en el mundo del porno.
Esto es un claro reflejo de la sociedad y su patriarcado heterosexual. Una cosa es la sexualidad, que todas las personas tenemos y vivimos cada uno con sus gustos personales, y otra cosa es la pornografía. El problema aquí está en que la pornografía sigue siendo la escuela donde se aprende sobre sexo.
La pornografía y la educación sexual
A falta de una educación sexual en las escuelas y en las familias, los jóvenes aprenden sobre sexo por medio de las películas porno. Esto representa un grave problema, pues en ellas aprenden determinados comportamientos hacia las mujeres que no son nada sanos.
Por otra parte, la pornografía no representa una sexualidad completa, sólo aspectos concretos, que en su mayoría son mitos. Las formas de excitarse o tener un orgasmo se ven reducidas a las mínimas variantes en este tipo de cintas. Esto hace que la población crezca con ideas equivocadas sobre el sexo. Si a esto le añadimos un desconocimiento total sobre la sexualidad femenina, la discriminación está servida.
En las películas porno, los cuerpos que aparecen son binarios y heterosexuales, a excepción del porno lésbico, que aparece como un objeto de placer para los hombres. En consecuencia, tanto hombres como mujeres relacionan el termino lesbiana con las películas porno. Y sí, las lesbianas también practican sexo, pero no como aparece en las pelis porno en la mayoría de los casos.
Reivindicar una forma diferente de hacer porno es necesario, pues es el camino para acabar con la identificación de las lesbianas como objetos sexuales. De hecho, hoy en día, todavía muchos hombres acosan a parejas de lesbianas en la calle por este motivo.
Cuando la palabra lesbiana deje de estar identificada con la industria del porno es que habremos avanzado hacia una sociedad más justa e igualitaria.
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