El Mindful Sex está directamente relacionado con el mindfulness, que a su vez es el arte de estar presente. A través del mindfulness desarrollamos el arte de acallar la mente para poder ser más conscientes del momento presente.

Qué es el Mindful Sex y cómo practicarlo

Se podría decir que Mindful Sex es la capacidad de gestionar nuestra sexualidad por medio del mindfulness. Con ello lo que conseguiremos es estar conscientes del acto sexual en cada momento.

Durante nuestro día a día, la mente se va a todas partes menos a lo que estamos viviendo en ese preciso momento. Si estamos paseando, fregando los platos, o lavándonos los dientes, nuestra mente está recordando o anticipando. Raras veces estamos completamente presentes en lo que estamos viviendo en el aquí y ahora. Lo mismo nos pasa a veces durante las relaciones sexuales, nuestra mente divaga.

Esta divagación mental junto a la prisa por conseguir el orgasmo o provocar el orgasmo, hace que las relaciones sexuales sean insatisfactorias. Esa sensación de insatisfacción es la consecuencia directa de usar el cuerpo de nuestra pareja y el nuestro propio como un medio para un fin. Dejando a un lado la prisa por llegar al orgasmo y disfrutando paso a paso de cada contacto es como se consigue la satisfacción plena.

Por otra parte, para poder contemplar cada parte del cuerpo de nuestra pareja y estar conscientes de sus sensaciones hace falta estar ahí completamente. De igual forma, para sentir placer tenemos que estar reconociendo cada sensación y emoción que estamos viviendo en ese momento. Si conseguimos estar completamente presentes durante el acto sexual no sólo disfrutaremos más y haremos disfrutar más a nuestra pareja, sino que se establecerá una conexión más profunda.

El sexo va más allá del orgasmo

El Mindful Sex persigue que cada parte corporal de nuestra pareja sea en sí misma la meta. Ya no se trata de perseguir el orgasmo como objetivo, sino que éste llega de forma natural. Cada caricia, cada beso, cada roce de nuestros cuerpos desencadena miles de sensaciones. De lo que se trata es de sentir intensamente cada sensación y fluir con ellas.

Al estar conscientes de nuestro cuerpo y del cuerpo de nuestra pareja sexual podremos entender mejor nuestras necesidades y las de la otra persona. Se podría decir pues, que el Mindful Sex es un viaje de descubrimiento de nuestros cuerpos y nuestra capacidad de sentir. Es más sensualidad que sexualidad, puesto que la sensualidad al final es la desencadenante del orgasmo.

Lo que se busca realmente es acariciar a la pareja de tal forma que podamos satisfacerla en todo momento. Que el acto sexual en sí sea un disfrute, no una carrera desenfrenada. Esto no quiere decir que no haya momentos de pasión. No obstante, la pasión acaba despareciendo cuando abusamos de ella, por eso es tan importante trabajar más la sensualidad.

Te invitamos a que descubras el Mindful Sex con tu chica, seguro que se os abre todo un mundo nuevo de sensaciones y disfrute.