Doireann O’Malley nació en Irlanda en 1981, aunque actualmente vive y trabaja en Berlín. Su trabajo es una exploración perpetua del género y sus manifestaciones. Mediante la imagen en movimiento, la animación, el sonido y la voz, crea sus proyectos.
Prototypes el proyecto fílmico de Doireann O’Malley
Prototypes es el último trabajo que la artista ha presentado, en él reflexiona sobre disidencias sexuales y subjetividades alternativas. Partiendo de cuerpos en transición, utiliza la teoría de afectos y el psicoanálisis grupal para explorar el inconsciente. Su objetivo es poner de manifiesto que el género va más allá del ego y el deseo, es algo en constante evolución.
O’Malley busca en este trabajo explorar lo transgénero desde diferentes perspectivas. Para la artista, es muy importante que abordemos la identidad de género mirando a través de diferentes prismas. El cuerpo y sus representaciones no alcanzan a definir al ser transgénero, según sus propias palabras. Ella/el misma/o, se considera trans, por lo que, la obra es una forma de trascender el miedo a la visibilidad.
Su obra, como toda obra de arte en general, tiene mucho de autobiográfica. La artista se inspira en sueños y sus propias experiencias para mostrar al mundo cuerpos híbridos en paisajes surrealistas. Pero no sólo se basa en sueños, también se inspira en el budismo, el psicoanálisis, el feminismo, estudios de género y la física cuántica.
Todo lo anterior, da forma a un nuevo universo donde la transexualidad se hace visible en un nuevo paisaje social. Dentro del nuevo paisaje social que la artista reclama, pone de manifiesto que una reformulación lingüística es necesaria para acabar con la imposición binaria de género.
Los géneros fluidos de Doireann O’Malley
La artista irlandesa considera que lo transgénero es una experiencia subjetiva. Partiendo de esta premisa, ella cree en la posibilidad de géneros inestables o cambiantes, lo que se conoce como género fluido. Su obra pretende ser una creación premonitoria de un futuro donde los cuerpos sean híbridos y la semántica sea otra. Una semántica que esté acorde con la fluidez de dicho género.
La masculinidad y la feminidad pierden sus estructuras rígidas, para deconstruirse y oscilar entre una y otra polaridad. Pero no sólo a nivel físico, también a nivel mental se ha de reconstruir un nuevo género. Un género que combina a la perfección con la cibernética y la reinvención del ser humano en su conjunto.
En definitiva, un futuro donde no exista la imposición de género, tal y como la conocemos hoy en día. Un futuro de seres andróginos, o de género fluido que estén libres de todo estigma o limitación. Una sociedad que evolucione no sólo con sus mentes sino también con sus cuerpos. Una sociedad que integre, en lugar de separar.
Así sueña Doireann O’Malley, y así lo expresa a través de sus trabajos artísticos. Más allá que estés o no de acuerdo con los conceptos de género fluido, hay que decir que su trabajo es bastante reflexivo y profundo. Replantearse los mismos cimientos de la naturaleza humana es todo un acto de valentía, más si se hace desde una visión integradora.
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