Sufrir una infección vaginal es más común de lo que solemos creer. Puede que estés pasando por una y tu chica y tú tengáis mucho miedo de que se produzca un contagio. Para evitar esta inquietud, lo mejor es la información y conocer qué clase de infecciones existen, qué es lo que las provocan y cuales son los medios para evitarlas.

Candidiasis vaginal

Está provocada por un hongo conocido como candida albicans, que se encuentra de forma natural en la boca, la flora intestinal y la vagina. Cumple una función vital en la fermentación de los azúcares. El problema surge cuando se multiplica de manera excesiva, y es entonces cuando se inicia la infección. Los síntomas más frecuentes son los siguientes:

  • Aumento de la secreción del flujo, de color grisáceo o blanco y de olor intenso.
  • Picor en la vagina
  • Inflamación,  enrojecimiento y ardor en la vulva
  • Escozor al orinar
  • Molestias o dolor al roce

La cándida de algunas mujeres se altera en situaciones muy concretas. Un sistema inmunológico deprimido es un campo de cultivo para la cándida y para la infección vaginal. Por eso, algunos estados emocionales como el estrés o la ansiedad, favorecen su crecimiento. Hay mujeres que sufren infecciones justo después de haber tenido alguna experiencia negativa o haberse llevado un fuerte disgusto. Otro factor que deja vía libre a la candidiasis vaginal es la ingesta de antibióticos. Esto ocurre así porque estos medicamentos destruyen la flora. Por último, es importante saber que este hongo se alimenta de azúcares, hidratos de carbono y alimentos fermentados como quesos, embutidos, cerveza, etc.

Como evitar la infección vaginal por candidiasis

Cuidar la alimentación es una de las mejores maneras de prevenir la candidiasis y muchas otras enfermedades. Conviene aumentar el consumo de productos frescos y reducir los que hemos mencionado más arriba. Se pueden incluir alimentos ricos en lactobacillus como yogures, kéfir o miso. O bien tomar algún probiótico como suplemento. En cuanto a la higiene, hay que tener en cuenta que es tan malo el defecto como el exceso. Es bueno emplear productos con el ph adecuado, vestir prendas íntimas transpirables y utilizar salvaslips solo en días puntuales. Si estás en pleno brote de cándida, sigue el tratamiento que haya prescrito tu médico hasta el final y en pocos días, todo volverá a la normalidad y desaparecerá la infección vaginal.

Vaginosis bacteriana

Esta la infección vaginal más frecuente entre las mujeres. Está provocada por bacterias que crecen en el interior de la vagina cuando el ph se vuelve más alcalino de lo normal. A veces, a mujer que la padece ni siquiera se percata de ello, ya que puede no presentar síntomas. Cuando sí lo hace, estos suelen ser los más comunes:

  • Inflamación vaginal
  • Cambios en la secreción del flujo. Aparece grisáceo o blanco y con un olor fuerte
  • Picor en el área de la vagina

Igual que la candidiasis, la vaginosis puede dispararse a causa de factores emocionales que hagan disminuir nuestras defensas naturales. El ciclo hormonal con sus cambios normales pueden contribuir a la aparición de una infección de este tipo. Las duchas vaginales o el lavado excesivo están muy desaconsejados ya que pueden aumentar el pH de la zona e incrementar el riesgo. Los antibióticos, también en este caso, propician la vaginosis, al igual que la falta de transpiración, la humedad prolongada por el uso diario de salvaslips o las relaciones sexuales sin la adecuada protección.

Consejos para evitarla

La mejor forma de evitar las infecciones es mantener una higiene correcta y unos hábitos de vida saludables.

  • Evitar una higiene excesiva y el uso de desodorantes íntimos
  • Utilizar detergentes suaves para el lavado de la ropa interior
  • Cambiar la compresa, el tampón, o vaciar la copa con frecuencia.
  • Limpiarse desde delante hacia atrás después de hacer de vientre
  • Secarse minuciosamente después de lavarse
  • Cambiarse la ropa interior si hemos sudado

Contagio

Ni la candidiasis ni la vaginosis no son infecciones de transmisión sexual. Es decir, que si la sufres, esta no proviene de un contagio tras una relación íntima. Pero es recomendable, si se padece, evitar las relaciones sexuales para evitar sobreinfecciones.